Adri Casco Díaz – Asistente de Dirección y Productora de Cine, Publicidad, Teatro, Eventos y Recitales
El teatro es el lugar en donde se establece un código de comunicación directa y sincera entre lo que sucede en el escenario y el espectador. Es ese momento único e irrepetible en el que, como espectador podemos sentir todo tipo de emociones cara a cara; sin intermediarios con la historia. Por esto, antes de cada función; tras bambalinas corre una adrenalina, que no es exclusiva de los actores y actrices, sino también de los que trabajamos en teatro.
Antes de cada función revivimos ese instante en el que descubrimos el teatro por primera vez y nos enamoramos. Y repasamos el libreto hasta el cansancio, chequeamos que la utilería y el vestuario estén en su lugar. Verificamos las luces, el sonido, la música y que absolutamente todo esté funcionando. Nos emocionamos una y otra vez, función tras función y sobre todas las cosas, nos sentimos parte de un engranaje que construye un momento mágico que sucede ante nuestros ojos.
Hoy, el teatro se ve obligado a construir nuevas maneras de crear y de producir para que podamos acceder a él desde un dispositivo electrónico utilizando zoom, whatsapp, streaming, etc. Ésta, es una medida ágil del teatro por salvarse y por salvaguardar este pacto con el espectador. Una alternativa de supervivencia para las salas, espacios culturales y artistas; haciendo cada vez más evidente la necesidad de dar prioridad a un debate que nos invite a la reflexión, a pensar y proyectar futuras políticas públicas. ¿Con cuántos nuevos desafíos nos encontraremos para acercar las artes escénicas al público? ¿En qué momento vamos a valorar nuestra cultura? Y sobretodo, ¿por qué dedicarnos a la cultura tiene que ser un deporte de riesgo?