Las investigaciones a los corruptos nunca terminan bien en el Paraguay. Siempre se busca algún mecanismo que permita tener una doble interpretación sobre una cuestión determinada.
Eso acontece con el informe de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas en el caso del comportamiento del intendente asunceno Nenecho Rodríguez en sus compras.
Dice que no hizo la compra por los caminos correspondientes en términos legales; eso significa que violó los principios establecidos en la norma. Sin embargo deja abierta la posibilidad de decir “sí, pero hizo por otro camino en donde está validado por la simple decisión de los miembros integrantes de dicho municipio”.
Este tipo de doble estándar es lo que se presta a la peor forma de la mentira que es la que tenemos cuando se trata de informes que tienen que elevar organismos encargados del control de los gastos y compras públicas.
En ese camino perdemos más de US$1600 millones al año, una cantidad enorme que podría resolver los problemas educativos y sanitarios; y todo porque es un gran negocio para la corrupción hacer que las medias verdades se transformen en la peor forma de mentira.
No somos capaces todavía de estructurar una cuestión que diga esta no es la manera y si usted se aparta de lo mismo usted es un corrupto y debe ser sancionado.
