“No tengo tiempo” y “el tiempo es oro” son frases comunes en un mundo en el que el tiempo apremia. He encontrado como práctica reiterativa que se le echa la culpa al tiempo del propio desorden y de la falta de carácter para decir NO, no cuando no es posible hacer la tarea, llegar al lugar, cumplir un compromiso, y menos cuando piden dinero (de forma corrupta) para que sea pagada una factura o cuenta. La falta de organización está cambiando la frase “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” por “deja para nunca, lo que puedes hacer hoy”, ya que muchas tareas nunca en la vida se van a realizar si no existe un manejo adecuado del tiempo. Así que les comparto algunos consejos prácticos para una mejor gestión del tiempo.
Primero, tener carácter y criterio: aprenda a decir NO, a las distracciones que la vida todos los días le pone, precisamente para que no logre la meta. Muchas veces es importante encerrarse y enfocarse.
Segundo, saber que es lo importante: empiece por identificar cómo se prioriza, qué es urgente y qué es importante.
Tercero, no hay tiempos perdidos: es usted el que pierde el tiempo. Si midiéramos el tiempo en el que las personas se la pasan viendo la vida de los demás en las redes sociales sumaría la vida promedio de cualquier ser humano.
Cuarto, dormir es importante. Cuando una persona no duerme no es posible que sea eficiente y menos productiva.
Quinto, tenga la meta clara. Cuando no se sabe a dónde se quiere llegar da igual cualquier camino.
Sexto, tenga tiempos límites. Si el almuerzo o la reunión es de una hora, es una hora, no dos ni tres ni cuatro.
Para las personas que no han podido cumplir sus sueños por falta de “tiempo”, deje de sabotearse, siempre hay tiempo para lo que es importante, cumplir, ejecutar, ser feliz y estar orgulloso de sí mismo.