Los legisladores han vuelto a foja cero; ya no habrá precios diferenciados en dos tipos de combustibles, y esto genera una imagen de desconcierto de la población hacia el Gobierno y especialmente en torno a quién realmente defiende los intereses ciudadanos.
Vamos a ver una disparada de precios enorme, una inflación galopante, un malestar tremendamente alto con un Gobierno que no luce concentrado en lo que tiene que hacer, que no sabe lo que tiene que realizar y que está preso de varios grupos de intereses que hacen presión sobre él, tratando de sacar ventaja de esta circunstancia.
Tampoco vemos muchas voces políticas que realmente estén del lado de la gente, el partido de Gobierno dice una cosa y luego actúa de forma distinta. Los Cartistas que habían estado de acuerdo con recortarse privilegios como el cupo de combustibles de G.3.500.000 mensuales ahora no han dicho nada con respecto al recorte de privilegios que han tenido después de la sesión extraordinaria del lunes.
Lo concreto y cierto es que el pueblo tendrá que salvarse por sí mismo, tendrá que buscar nuevos liderazgos y gente que realmente interprete lo que es verdaderamente el sentido y el deseo de una sociedad de vivir mejor.
Hasta ahora, en democracia, los únicos que viven mejor son los hacedores de políticas públicas y sus mandantes, los grupos corporativos o personales que dominan de pleno el ámbito legislativo y judicial.
Es la hora del pueblo que solamente él podrá salvarse.