Decíamos en una columna anterior que las políticas públicas son el conjunto de acciones, leyes, normas, e intervenciones pensadas, diseñadas e implementadas por el Estado, con el fin de incidir en necesidades específicas de las poblaciones en general o grupos concretos. Pero en la práctica: ¿cómo se aplican y quién lo hace?
Las políticas primero se piensan, luego se escriben y se plasman en normas que generalmente son leyes nacionales. Esas decisiones se toman en un nivel gerencial: desde el presidente y su gabinete, los legisladores y ministros del Poder Judicial. Luego, la implementación se puede dar a través de acciones contempladas en documentos como protocolos, estrategias, programas y proyectos.
Pero los sujetos que efectivamente aplican estas políticas son funcionarios y servidores públicos, que lo hacen a través de las instituciones del Estado a las que pertenecen: Gobierno central, Municipios o Gobernaciones.
Entonces la correcta implementación de una campaña de vacunación, de un programa de salud sexual y reproductiva, de estrategias para mejorar la lectoescritura, erradicar la violencia contra las mujeres, ampliar el acceso al primer empleo con todos los beneficios de la ley o generar conciencia acerca de la importancia del cuidado del medio ambiente, termina siendo responsabilidad de personas que ocupan funciones en el sector público.
Los servidores públicos al igual que cualquier persona, tienen problemas, criterios y opiniones. No están libres de la posibilidad de cometer errores y de ser seducidos por sus egos personales, pero la diferencia entre estos y los ciudadanos comunes, es que al realizar (u omitir realizar) su trabajo, inciden en el destino de millones de personas reales que se ven impactadas por esas intervenciones.
Tanto bien le haría al país que los servidores públicos tomaran conciencia de que su mandante no es un jefe, director o ministro, sino la ciudadanía que es además quien paga sus salarios. Admiración y reconocimiento para quienes ingresaron a la función pública con esa conciencia o la adquirieron con la experiencia, ya que serán los que contribuyan a generar el cambio cultural que el país necesita para avanzar.