Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Es cada vez más sospechosa la funcionalidad del EPP, el grupo delincuencial que opera en el norte del país y que ha sido desde hace 20 años responsable de una serie de secuestros y de muertes y del empobrecimiento aun mayor de la ya empobrecida zona norte.
El presidente de la República, en su carácter de comandante en jefe se trasladó para ver los resultados de lo que sería una operación exitosa y terminó siendo un gran fiasco, no le adelantaron al presidente que no era conveniente que él se trasladara a dicho sitio y menos si eso concluía con la muerte de 2 adolescentes que no podían ser identificadas.
Le habían dicho que como había sido abatida una mujer era ella Magda Mesa, una de las figuras más importantes de este grupo delincuencial, cuando llegó ahí se dio cuenta que no era tal cosa y le dijeron que el grupo estaba siendo rodeado y perseguido por la fuerza de tarea conjunta que se lleva US$ 20 millones desde hace más de 15 años de nuestro presupuesto y que han tenido hasta ahora pobres resultados.
De nuevo ha servido solo para levantar las graves sospechas en torno a la verdadera funcionalidad del EPP y para qué sirven estas redadas cuando hay otros temas importantes y trascendentes como el Covid que sigue sumando víctimas y nos acercamos a los 400 que había afirmado Sequera sería el número límite, y cuando hay otras cuestiones como la económica, hay otras prioridades. El presidente debió quedarse en Asunción disponiendo cuestiones de este tipo y no estar trasladándose hasta el norte para recibir una información que de nuevo deja en ridículo su Gobierno.
