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De hazañas espaciales y otros retos

El ser humano se habitúa en usar su fuerza física y mental para llegar a las fronteras naturales de nuestros entornos, hemos logrado construir máquinas con la capacidad de transportar gente por tierra, aire y agua en nuestro planeta que se encuentra en una galaxia quise con vida extraterrestre, más si con espacio que ahora se ha vuelto una nueva frontera que varios países, instituciones y empresas decidieron hacer su primordial objetivo llegar, explorar y conocer  cosas nuevas.  Ahora Starliner, la cápsula de Boeing, pone en órbita a astronautas de la NASA (La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio). El lanzamiento es el paso más reciente para que la NASA dependa más del sector privado para sus vuelos tripulados.

Tras dos viajes a la plataforma de lanzamiento que no acabaron en el espacio, dos astronautas de la NASA se dirigieron finalmente a la órbita el miércoles en un vehículo construido por Boeing, el gigante aeroespacial.

El Boeing Starliner es una cápsula espacial tripulada que mide 5,03 m (16,5 pies) de largo y 4,56 m (15 pies) de diámetro. Puede transportar hasta siete personas dentro de la misma. Esta cápsula de 4,5 metros de ancho, se produce cuatro años y seis días después de que SpaceX, empresa de Elon Musk que también apuesta por llegar “al infinito y más allá”, cómo diría un personaje astronauta animado de una famosa película de Pixar . La misma que aunque no tenga cápsulas, naves espaciales, astronautas o investigadores trabajando en conocer más o para viajar allá afuera tiene muchas mentes creativas que construyen historias llamativas con curiosos personajes animados que nos pueden hacer reír o pensar acerca de temas particulares y hasta incluso viajar a ese mundo que existió, existe y existirá siempre sobre y alrededor nuestro. 

Con eso pretendemos por lo menos acercarnos al mismo sin molestar o provocar ofensivas de extraterrestres o la misma naturaleza galáctica que hasta ahora sigue estando bajo intensas investigaciones que nos servirán para conocer y entender los espacios, naturaleza y “vida” quizá que pueda existir allá afuera.

Lugar al que creíamos sólo podían llegar organizaciones públicas cómo la NASA más ahora la conocida empresa privada de aviones demuestra que se pueden hacer grandes cosas desde el sector privado, estimulando así quizá a que empresas privadas a que asuman mayor compromiso para y por todos en nuestros países, continentes y planeta, para avanzar a latitudes no solo en nuestra casa sino incluso fuera de la misma también. 

Este acontecimiento ya podríamos calificarlo cómo una epopeya humana, dejar que el sector privado se ocupe de temas públicos. 

Nuevos retos

Esa epopeya que nos llevará tiempo saber cómo se desarrolla porque hasta ahora sigue completando etapas de su ingreso en nuestro desconocido espacio cómo fueron los continentes y territorios arribados por los colonizadores y navegantes ayer.

SpaceX, considerada en su día como una empresa advenediza, ya ha puesto en órbita a un total de 13 tripulaciones. Boeing está ahora preparada para prestar también ese servicio, pero una serie de retrasos costosos impidieron en repetidas ocasiones que los astronautas volaron antes con el vehículo de la empresa.

Blue Origin y Virgin Galactic se encuentran entre las empresas estadounidenses se encuentran con las mismas intenciones que Boeing y quizá pronto nos enteremos de lanzamientos y despegues de las mismas a nuestra galaxia, que pretendemos cómo seres humanos´algunos también viajar e incluso asentarnos en los astros o planetas que reúnan las condiciones adecuadas para la vida humana, gravedad, oxígeno y comodo clima para hacer llevadera cualquier vida sin mucho equipo encima.

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