Ser independientes y autónomos es un reto personal porque implica sacrificios que consisten en no depender de subsidios, refuerzos ni ayudas económicas. Ahora hay que subsidiar el combustible y se maneja la cifra de US $40 millones que es el dinero del contribuyente debe dar para ese propósito dejando de lado otras actividades presupuestadas con anterioridad. Uno elige sacrificar algo en favor de un propósito más importante.
Otra manera es incrementar impuestos a rubros como el tabaco que solo carga un bajísimo 20% cuando en la región donde va de contrabando es del 80%. Cartes será menos rico y tendrá menores recursos para financiar la política y demoler instituciones. El gobierno estudia ahora ese incremento que hará menos doloroso al ciudadano mostrando al mismo tiempo una mayor sensibilidad del Estado hacia negocios de altos costos sociales y de salud.
El latín subsidium ‘reserva de tropas’, ‘refuerzo’, derivado de subsidere ‘bajarse’, ‘ponerse al acecho’, ‘disponerse como tropas de reserva’, derivado de sedere ‘estar sentado’. De la familia etimológica de sentar. Una que es igual que el moverse con bastón, respirar con traqueotomía o depender de un enfermero para superar un trance sanitario circunstancial. Lo mejor sería resolver con una matriz energética basada en hidroenergía que tenemos en abundancia. Sin que explote todo, la Ande dijo que podemos cargar hasta 75 mil vehículos eléctricos.
El combustible fósil vuelve dependiente a los usuarios y tenemos forma de volvernos independientes. Usemos imaginación y convirtamos las voluntades en acciones. De lo contrario, caminamos en círculos sin salir de este laberinto de Creta en que estamos metidos.