Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Estados Unidos tiene un nuevo presidente, es el número 46, se llama Joe Biden, alguien que llega a la Casa Blanca después de una larga actividad pública que ha sido representada en forma de senador en el Congreso de los Estados Unidos, dos veces vicepresidente con Obama y ahora el mandatario que buscará por sobre todo, y así lo dijo el sábado pasado en su discurso, curar las heridas de la división de la polarización, darle un espacio a la ciencia y enfrentar con éxito al coronavirus, algo que ha terminado por demoler al poco empático Donald Trump, que hasta ahora sigue sin reconocer la derrota y sin llamar a Biden para decir he perdido.
El pueblo norteamericano masivamente se convocó a las urnas en números nunca antes conocidos, casi 70% y con algunas acusaciones de fraude por parte del presidente Trump, buscando menoscabar los 4 millones de votos populares que le fueron a Biden y no a él.
También hay que saber perder y hay que saber reconocer cuando las cosas no son positivas para uno. El señor Trump acumuló mucha tirria, por eso la celebración en las calles, no sólo de Estados Unidos, sino también del mundo, ha sido una muestra patente de qué lado se encontraban las preferencias en los comicios de Estados Unidos.
La tarea no va a ser fácil para Biden ni para Kamala Harris, pero deberán trabajar duro y fuerte para seguir creyendo que Estados Unidos es una tierra de promisión, de oportunidades y fundamentalmente de unidad en la diversidad.