Solo en países cómo el Paraguay se dan cacofonías literales cómo el título de este artículo cuando un aniversario, onomástico, aniversario o festejo debe ser feliz para que tenga sentido pero no lo es. Asunción estuvo de aniversario. Cumplió 485 años pero en un estado de dejadez y abandono que los ciudadanos como en los tiempos del cabildo le mentaron a la padre al intendente Nenecho Rodriguez. Rué un escándalo.
La agonía de Asunción es profunda y viene de hace un buen tiempo. La capital que alguna vez en el pasado fue uno de los puertos interiores de Sudamérica más utilizados por los navegantes para arribar a la tierra guaraní y desde donde partieron los fundadores de ciudades como Corrientes, Santa Fe, Santa Cruz de la Sierra o Córdoba, la madre de ciudades está en abandono literalmente hablando. Su intendente no da la talla para la tarea que debe llevar por delante y solo puede recibir obscenidades e insultos cuando trata de dirigirse a sus mandantes.
El actual alcalde bailarín tiene mucho trabajo que hacer no solo para que el cumpleaños sea una fecha recordada con alegría sino para que durante su gestión mejore una urbe que viene de malas administraciones y que él solo se encarga hasta ahora de mantener el mismo ritmo y perfil.
La ciudad ha venido perdiendo población desde hace un par de décadas. Más de 200 mil asuncenos dejaron la capital por no poder seguir viviendo en una urbe cara, mal atendida, decadente y peligrosa. Hoy viven en los bañados más de 150 mil personas. Casi un tercio de toda su población.
La decadencia de Asunción debe parar no puede seguir hundida como hasta ahora en el despilfarro de recursos y en completo abandono.-
