La población de cualquier país del mundo tiene a niños, jóvenes, adultos y mayores de edad, mujeres, hombres o el género con el que uno se sienta cómodo, discapacitados y de cualquier perfil político, religión o clase social.
“Habemos de todos en la viña del señor” reza una conocida frase que pretende explicar la variedad de seres humanos que habitamos un lugar específico. He ahí la fuerza de cualquier grupo social, en tener una diversidad de personas que nutran con sus ideas cualquier proyecto que busque el bien común. Nadie es más importante que el otro en esa agrupación,más existen personas que necesitan mayor atención por su estado de salud que frecuentemente no es el mejor al iniciar nuestra vida o durante la vejez.
Tiempo en el que habituamos ver a nuestros abuelos o conocidos mayores de edad con bastón, andador, anteojos, audífonos o cualquier herramienta que les sirva para vivir más cómodos y seguros. Para lograr entender su entorno, llegar a un lugar en particular o leyendo lo que les sirva para seguir con salud sin la necesidad de ir al hospital o hacer terapias de lo que sea para pensar, hablar o caminar mejor, entre la extensa lista de tareas y terapias para volver a hacer funcionar bien cualquier parte de nuestro organismo si nos hemos accidentado, enfermado o si naturalmente ya no podemos responder cómo la hacíamos antes.
Por ese motivo me decía mi madre que una de las cosas que una de las cosas más importantes para la vida cualquiera es “aprender a envejecer”. Entender que el mundo llega a ese tiempo en el que no podemos correr, saltar o hacer cualquier tarea física que en la juventud es normal hacerla, y que nunca es eterna por envejecer es siempre lo más natural para cualquiera, todos llegaremos si tenemos cuidado a ser mayores de edad.
Aprender bien temprano
Un tiempo de vida que no debe tener el color gris, melodía triste y opaco sino debemos ser conscientes los obstáculos que tiene una persona de edad y aún así continúa con nosotros, y debemos estar siempre alegremente agradecidos por “la vida y salud que es todo y más” cómo decía al salir de la terapia intensiva luego de aquel triste accidente.
Todo esto me llevó a pensar en todas las personas que se encuentran en recuperación y sobre todo en los mayores de edad que pueden lucir o expresarse de forma distinta a la de mi generación, pero son seres humanos cómo su sobrino, nieto, hijo, hermanos, madre, padre o abuelos y amigos y contactos reales o virtuales. Muchos, precisan de compañía real para poder canalizar pensamientos y emociones por lo que sea.
Existen tres prácticas médicas que pacientes mayores deberían cuestionarse, que es a una sugerencia de geriatras de la UCSF (Universidad de California en San Francisco). Lo primero está en cuidarse de consumir líquidos pesados, que uno pensaría que se trata del alcohol en sus muchas presentaciones, más se trata de la misma agua que al presentarse de la siguiente manera no es recomendable consumirla;
- tiene dos átomos de deuterio en lugar de hidrógeno.
- Si Es transparente y de color azul pálido.
- Si se utiliza en reactores nucleares, en la industria química y laboratorios.
Por otro lado también sugieren controlar la interrupción de regímenes de tensión arterial. En los EE.UU por ejemplo entre el 25 y el 50 por ciento de los pacientes que se someten a una operación toman medicamentos para la tensión arterial. Para muchos tipos de intervenciones quirúrgicas, se aconseja a los pacientes que suspendan esos fármacos antes de la operación programada. Los médicos temen que la tensión arterial baje demasiado durante la intervención
Por último y no menos importante se encuentra el Implante vertebral para el dolor de espalda. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos informó en 2020 que cada año se implantaban unos 50.000 estimuladores de médula espinal, dispositivos destinados a reducir el dolor crónico mediante impulsos eléctricos. y que en cuatro años la agencia había recibido 108.000 informes de lesiones en pacientes, incluidas 497 muertes, y de estimuladores que funcionaron mal.
Recomendaciones válidas
Son solo algunos de los tantos consejos que propone la geriatría, pero con seguridad sabríamos de la gente con experiencia si nos tomamos ese importante tiempo para ambas generaciones por lo que significa a tener a un interlocutor que escuche y responda,nos podemos dar cuenta de esta forma la buena ayuda que hacemos al estar con ellos, porque esa pequeña compañía resulta ser suficiente para el mayor de edad.
Toda persona cómo cualquiera en el mundo tiene marcado el final de su tiempo, uno que no debemos apurar ni producir para quién sea,porque es el viaje vida el que no debemos perdernos y para eso debemos tener una sana, alegre estable rutina de actividades que nos sirvan no solo para lucir bien sino para arribar a ese tiempo de nuestras vidas con salud y sin mucha asistencia de personas, dispositivos o herramientas que son útiles para estar de pié, ver o escuchar mejor los entornos que nos toque visitar.
No nos olvidemos de ellos así cómo no lo hacemos de nuestros hijos o menores de edad que estén bajo nuestro cuidado. Puede que ya no puedan moverse tan ágiles cómo antes, no escuchen o vean tan bien pero si ya lo pueden hacer es suficiente para una conversación. Creanlo o no, es más que suficiente para cualquier ser humano de cualquier edad, género o discapacidad, lo único que necesita es oír, ver y responder cómo pueda a lo planteado para dialogar y gozar de la cercanía de las personas.
Es cuestión de ponerlo en práctica con la familia, el barrio o geriatrico si se encuentra cerca de casa. Espacio dedicado a cuidar a personas de edad, que más allá de las comodidades físicas, comida o ropa lo que necesitan es compañía humana. El poder más fuerte y efectivo para personas de edad o gente que haya salido de terapias intensivas y estén trabajando en su recuperación. Si no me creen solo pregunten a cualquier terapeuta de que es lo que hablan con sus pacientes y estoy seguro que responderán que no paran de hablar y están con muchas ganas de compartir lo que saben y sienten así cómo el ser humano con una pantalla en sus manos comparte lo que crea o no oportuno hacerlo en las redes sociales.
