Quizá sea una de las primeras palabras que escuchamos al llegar al mundo: cuidado!. Una palabra clave para el viaje por la vida en la que los accidentes son tan naturales cómo la respiración misma.
Bernardo Toro, un filósofo colombiano y frecuentador de estas tierras, pensó y desarrolló la idea del paradigma del cuidado donde ofrece la posibilidad de abordar las políticas públicas desde una perspectiva holística, además de aportar una mirada crítica, al tiempo que constituye un desafío a la propia racionalidad de las políticas públicas. Nada más interesante para estos tiempos del covid y la diseminación de una nueva variante.
Toro es un influyente pensador colombiano que trabaja por el desarrollo de vínculos entre distintos miembros de la sociedad y en su paradigma plantea que el cuidado asume una doble función: prevención de daños futuros y regeneración de daños pasados.
Trabajar las capacidades
El cuidarse de todos y todo es algo natural del ser vivo, desde el calor extremo hasta de lo que comemos o usamos para vestirnos o cómo y lo que hablamos y hacemos en sociedad. Que no es solo la forma en que se presenta este paradigma que sugiere tener atención de los cuidados básicos para nuestra vida sino que el cuidado debe existir en la relación social donde plantea que cuando amamos: cuidamos Y, cuando cuidamos amamos.
“El cuidado constituye la categoría central de nuevo paradigma de civilización que trata de emerger en todo el mundo” frase del monje brasileño Leonardo Boff. Poner énfasis en el cuidado de los vínculos afectivos y el espíritu para aprender a autorregularse, autoestima y autoconocimiento son parte integrante de este proceso. Controlar los sentimientos aflictivos cómo la avaricia, la envidia, ira, entenderlos y saber que el problema no es sentirlos sino el no ser conscientes de sentirlos es fundamental y por eso sugiere entenderlos para poder controlarlo.
Afirma además que es tiempo de pasar de la inteligencia guerrera o del “soy el más atractivo, más fuerte” a la inteligencia altruista y solidaria. Entender que hoy el gran líder es el que sabe pedir ayuda y aprender también que hoy la inteligencia consiste en saber pedir ayuda y no tener la idea que también existe en el paradigma el saber cuidarnos a nosotros mismos y de los otros. Cuidando los vínculos afectivos, el dato serio esta en que el 67 % de los jóvenes en el mundo de las grandes ciudades se sienten solos por eso la depresión, la droga y el suicidio.
Otras aristas del paradigma del cuidado es también hacer énfasis en los sistemas de educación y salud igual para todos, fortaleciendo la idea “la abundancia de bienes públicos que es la base de la calidad» . Eso significa tener modelos de ganar/ganar y terminar los de ganar/perder. Donde el cuidado se hace amplio y seguro para toda la sociedad y la vida un viaje feliz y tranquilo sin fobias ni miedos a nuestro entorno.
En estos tiempos de covid, de miedo, de pedir o rechazar que el Estado -muy deslegitimado- nos cuide del coronavirus vale la pena la reflexión sobre el cuidado y la urgencia que tenemos de aprender a hacerlo con nosotros mismos y con los demás.