Desde muy corta edad Felipe Galeano tuvo bien en claro su pasión. Sin embargo, fue de grande que abrazó la profesión y hoy se consolida en el rubro.
Recordó que desde pequeño siempre le interesó la fotografía, pero no le prestó la debida atención. Recién cuando adquirió su primera cámara fotográfica por hobby empezó a adentrarse de lleno.
Luego de un mal trago en su anterior trabajo, se dio cuenta que era la oportunidad perfecta para dar rienda suelta a su creatividad y pasión por la fotografía.
Confesó que al comienzo fue difícil posicionarse y codearse con los fotógrafos ya reconocidos del ámbito, pero con esfuerzo y dedicación logró salir adelante.
APRENDIZAJE
Consultado sobre alguna enseñanza que rescata de la fotografía -luego de mucho pensar- refirió que se hace difícil poder citar una sola.
“Como una persona que comenzó desde cero, aprendí que uno no se tiene que achicar ante nada, no tiene que tener miedo de venderse, de ponerse un precio justo por su trabajo. Voy a ser un poco polémico, pero me di cuenta que tus familiares y amigos son las personas que más te van a exigir un descuento o que les hagas gratis incluso tu trabajo, por más que sea gente que tenga el poder adquisitivo para pagar el 100% de tu servicio o producto”, enfatizó.
Sobre su futuro, Felipe mencionó que aspira a tener una vida plena, avanzar disfrutando de sus logros.
CRECIMIENTO
“Entre mis metas está agrandar el estudio fotográfico, porque ahora tengo eso, además trabajo con mi hermana en una empresa que se llama Webco, donde hacemos páginas web con e-commerce y después tengo el trabajo de influencer. No sé si quiero ser influenciador toda mi vida, sí quiero que Webco crezca. Tengo mis planes como para poder lograr eso que todos queremos al final del día”, señaló.
Indicó que es creyente de que todos pueden hacer miles de cosas diferentes en su vida, porque uno se aferra mucho a lo que es, con la excusa que es lo único que le sale bien.
“Yo no creo que ser fotógrafo es lo único que puedo hacer. Igual no me gustaría que mi carrera se vaya al mazo, pero ponele que me llega a pasar eso, yo puedo hacer cualquier otra cosa, creo eso de mí y de todo el mundo”, expresó.
Finalmente, manifestó que ya pasó por miles de momentos que le marcaron dentro. Creció viendo a muchos fotógrafos paraguayos y extranjeros, que hoy día lo reconocen elogiando su trabajo, pero según Galeano, la verdadera plenitud es la sensación que recorre su cuerpo cuando está editando y viendo el resultado de su trabajo.
“Por un lado es muy lindo que un fotógrafo re pro, alguien que vos admirabas desde que comenzaste tu carrera te diga que tus fotos están buenas, pero ese momento cuando terminas de retocar las fotos y decís: qué genial lo que acabo de hacer, es todo”, concluyó Felipe.