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Crudas evaluaciones filosóficas

En el mundo existen críticas y críticos de todo tipo a lo que sea, y parece ser que ahora con la red internacional tendemos a hacer común alguna críticas a generaciones, géneros y al grupo de personas que hayan publicado algo o aparezcan en alguna fotografía, video o veamos o escuchemos algo dicho o expuesto por estas personas.

Es importante hacer pausas en nuestra vida para leer o escuchar a personas que llaman la atención a grupos específicos de gente que usa la red para lo que sea imprimiendo allí su presencia con algún graffiti virtual o marca que sirva para entender la mente de la persona que comentó o compartió nuestra publicación.

Ahora el filósofo y ensayista español Fernando Savater se hace viral porque dice que «El número de imbéciles que hay hoy en día es una cosa estremecedora». Este hombre considera la filosofía como una actividad de crítica permanente, de expresión de la subjetividad e incluso de provocación.

Ha escrito más de cincuenta obras, entre ensayos políticos, literarios y filosóficos, narraciones y teatro, además de cientos de artículos en la prensa española y extranjera.

El imbécil según la RAE (real academia española es definido cómo una persona tonta o con falta de inteligencia o la capacidad de entender o comprender y de resolver problemas básicos con la mente.

 Concentrarse y actuar

El serio adjetivo utilizado por el pensador español para concluir acerca de la característica que más trasciende del usuario común de internet, usted, yo y su amigo, pariente o compañero de trabajo o estudios, que no es el calificativo más acorde para iniciar una relación humana sino más bien para cortarla, terminar o empezar una disputa entre quienes se llamen así. Ser calificado de ignorante, mediocre, estupido, mentecato o acéfalo ahora por quien sea  es algo que nos debe preocupar.

Significa una oportunidad para evaluar lo que hacemos público en nuestras redes sociales que pueden servir para conocernos y conocerse de acuerdo a lo que hagamos público con frecuencia.

Ellos no tienen porque ser enciclopedias o estudios académicos extensos o lo que sea algo más que el uso de 140 caracteres o segundos de algún audiovisual o audio que puedan servir O AYUDAR para no terminar siendo imbéciles o calificados así en un momento en el que se habla mucho de la economía naranja que es un modelo productivo que agrupa las actividades económicas que transforman ideas en bienes y servicios de carácter cultural e intelectual.

Y el momento donde se destaca mucho más lo que uno pueda hacer con su mente. Ahora es cuando menos debemos perder nuestro tiempo en tonterías sino ahondar más en algún conocimiento que nos sirva y sirva para cualquier interesado en nuestras reflexiones, que son útiles aunque no tengamos un título de máster, doctor, licenciado o ingeniero en algo específico. 

Porque la inteligencia no se mide por la cantidad de títulos que uno tenga o trabajos hechos a favor de la mente de la sociedad sino sobretodo por la voluntad e intención de compartir una postura ante lo que sea, donde y cuando sea en un planeta que urge de más curiosos, inteligentes y menos imbeciles o estupidos que ya sabemos no tienen mucho que ofrecer para lograr importantes cambios en espacios, momentos o condiciones que no estén a favor de la vida y salud de quienes lo ocupemos.

Todo puede servirnos o no dependiendo de cómo seamos con la oportunidad que nos ofrezcan los canales de comunicación en la red, que pueden continuar “sirviendo” para hacer reír al seguidor, “amigo” o suscriptor o para hacer conocer algo más de algún proyecto llevado adelante por la comunidad en un barrio para hacer frente a dilemas con la salud, finanzas o lo que tengamos en común con otras sociedades en el mundo que buscan no solo un “me gusta” o notificación que  despierte “hormonas de felicidad”. Que es posible activarlas no solo comprando lo que nos ofrezcan en las tiendas, consumiendo alimentos, bebidas o estupefacientes que tienen su lado negativo si los ingerimos en exceso.

Un grado de información y conocimiento que existe en la red si es usada para cosas buenas y que sirva para reducir el número de imbéciles que ha identificado Savater existen allí afuera y aumentar los inteligentes que tienen más utilidad siempre en todos lados.

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