El politólogo y escritor peruano Miguel Cereceda analizó la nueva crisis institucional que atraviesa el Perú, tras la destitución de la presidenta por “incapacidad moral”, en una entrevista emitida por Radio Libre.
Cereceda explicó que el reciente cambio de mando —el séptimo en menos de una década— es “una raya más al tigre” dentro de la inestabilidad política que afecta al país andino. “El mismo Congreso que vacó al presidente Castillo, ahora destituyó a la mandataria que había sostenido, pese a múltiples denuncias de corrupción”, señaló.
El analista contextualizó que la crisis se agrava por el crecimiento del crimen organizado y la expansión de la industria de la extorsión, que describió como “la más rentable del Perú, incluso por encima del narcotráfico”. Explicó que bandas como el Tren de Aragua controlan barrios enteros y cobran “cuotas de vida” a pequeños comerciantes, transportistas y trabajadores informales.
“La regla es simple: si no pagas, mueres. Esto empezó en los microbuses, luego se extendió a los mercados y barrios populares. Hoy es una estructura mafiosa altamente organizada”, detalló Cereceda.
Según indicó, la falta de respuestas del Estado se debe a una combinación de corrupción e impunidad dentro del Congreso peruano, donde “más de la mitad de los legisladores están procesados penalmente y una gran parte, condenada”.
“No es una mafia, es un conjunto de grupos que se protegen entre sí, aprobando leyes que destruyen el sistema penal y benefician a los corruptos. El Perú está gobernado por una banda de delincuentes”, afirmó.
Cereceda advirtió además que las normas impulsadas por el Parlamento han limitado la acción de la justicia y la policía. “No se puede hacer un allanamiento sin avisar 24 horas antes al imputado. Eliminaron la figura de crimen organizado y redujeron los plazos de prescripción penal. Así no hay Estado que funcione”, sostuvo.
Respecto al futuro político del país, señaló que las elecciones de abril de 2026 no parecen ofrecer una salida inmediata. “Hay 42 partidos inscritos, muchos sin interés en gobernar, sino en tener representación parlamentaria para proteger sus propios intereses”, lamentó.
Consultado sobre el nuevo presidente, José Enrique Geri Oré, quien asumió este 10 de octubre, Cereceda expresó cautela:
“Tiene 38 años y enfrenta una grave acusación por violación. Pertenece a uno de los partidos que integran este sistema mafioso. Ojalá me equivoque, pero no espero grandes cambios”.
Pese al panorama político convulsionado, el analista destacó que el sistema judicial peruano mantiene ciertos niveles de independencia, recordando que “ha logrado procesar y encarcelar a cinco expresidentes”.
Finalmente, advirtió que la crisis política coexiste con una economía desigual:
“La economía peruana crece para quienes siempre les fue bien. Mientras tanto, el 75% del mercado laboral es informal y millones de jóvenes sobreviven sin oportunidades”.
Periodista Senior