En los estados y gobiernos del mundo resaltan cotidianamente hechos a ser tenidos en cuenta y más ahora al corto tiempo de la renovación de quien encabezará el ejecutivo del Brasil y Paraguay. Muy cerca de estos dos países, existe uno donde también las noticias salen del poder ejecutivo es en Bolivia donde el presidente Luis Arce vive una de las experiencias más difíciles en la relación gobierno/población con graves consecuencias sobre la gobernabilidad.
Y se trata de la polarización política boliviana que es cuando la opinión pública se divide en dos extremos opuestos. Y se desarrolla alrededor de un caso muy excepcional donde la abogada y periodista Jeanine Áñez quien asumió el cargo cómo primer mandatario del país desde 2019 en sustitución de Evo Morales y que ahora enfrenta hasta 15 años de prisión. Esto se da porque está acusada de asumir la presidencia por medios inconstitucionales aunque muchos ven que detrás de la misma existe una clara vendetta de parte del actual gobierno afín a Morales. .
Tener una agenda común
En Brasil, el actual presidente Bolsonaro y el ex presidente Luis Ignacio Lula da Silva dirimirán en octubre próximo y el resultado impactará sobre nosotros claramente en el tema Itaipú. Nosotros con nuestro quinto canciller deberá tener una agenda sobre este importante tema y aunque haya sido nombrado hace horas en tiempos de demanda de alta seriedad se reclamara de Arriola tenga por lo menos una hoja de ruta a desarrollar sobre esta cuestión cuyo tratado puede modificarse a partir del 14 de agosto de 2023.
En el país y fuera del mismo, hoy día en el que debemos entender la conexión que se da entre integrantes de un mismo planeta con la pandemia, la contaminación y las inútiles invasiones que en latitudes más frías del planeta hagan surgir malas novedades de una población que intenta sobrevivir entre el uso de material bélico con altos costos de vidas humanas. La política requiere miradas de solidaridad, de justicia y de mutuo beneficio. Sin eso, la prolongación de los conflictos internos y externos continuaran en perjuicio de las poblaciones.
Lo que pasa en Bolivia, o en Brasil nos afectan porque son paises con los que tenemos relacionamiento comercial y limites comunes. Mientras las turbulencias internas continúen ellas seguirán afectando nuestra agenda. No la tenemos muy claro es verdad en torno a lo que habría que hacer pero por lo menos debemos esbozar planes en torno a cómo y qué negociar con ellos tomando incluso sus crisis cómo oportunidades.