Las vacunas son las únicas opciones y alternativas contra el coronavirus, eso lo sabemos desde hace tiempo, pero pareciera que algunos sectores se resisten a aprender la lección. Eso lo podemos comprobar en la cuestión de la cantidad de vacunas disponibles para adolescentes cuyos padres no se han acercado a los vacunatorios con sus hijos a cumplir dicho procedimiento, pero sí han tenido tiempo para criticar y cuestionar que los maestros no estén inoculados por completo y han exigido al gobierno que hagan la demanda respectiva.
En algunos otros países se han llegado a medidas más drásticas haciendo que si una persona no vacunada ingresa a un centro de asistencia, tendrá que pagar todos los costos porque estaban disponibles las vacunas para evitar una presencia costosa en los sanatorios y hospitales públicos. En otros sitios simplemente, no les renuevan los contratos con la administración pública.
En el caso de Paraguay necesitamos más vacunas, pero también hay algunas disponibles que no están siendo utilizadas en el volumen que se espera. Deberíamos ser más prácticos y concretos en este tipo de cuestiones, buscar todos los mecanismos con gentileza y con cohesión que permitan que la población paraguaya en su conjunto alcance el 70% de los vacunados, y con eso el efecto rebaño.
Fuente: EFE
