Comentario 3×3
La ampliación de la ruta 2 comienza a mostrar serios inconvenientes y llevado de la mano de la misma experiencia que se había tenido con el metrobús, que es el pago de las compensaciones por haberse afectado terrenos de personas por donde pasará la nueva arteria programada.
Hay ya grupos de personas que han cerrado el tramo rutero a la altura de San José de los Arroyos, como también de Caaguazú, esto hay que resolverlo rápido y pronto. Las empresas constructoras quieren pagar G. 6 000 el metro cuadrado y los propietarios exigen G. 90 mil. Hay una gran diferencia. Si esto no se logra en el corto tiempo, vamos a ver obras retrasadas que tienen un costo superior a lo que se había programado inicialmente, o vamos a ver de nuevo grandes negociados en el medio.
No fue suficiente y no hemos aprendido nada de la pésima administración del Ministerio de Obras del período anterior, y ahora se está repitiendo lo mismo. Estamos volviendo a la vieja estructura en el que no se ponen de acuerdo desde el inicio, lo que tendría que pagarse en compensación por los terrenos afectados y en cuánto tiempo y de qué modo tendría que hacerse.
Podríamos presumir que en el contrato licitatorio existía una realidad completamente distinta a la que se encontraron posteriormente cuando comenzaron a ejecutar la obra, y en la medida que no se resuelva esto rápido y pronto, los costos y los sobrecostos de estas circunstancias irán contra nuestro bolsillo. En muchas de estas obras que ya están abultadas desde el inicio.