El pelear contra algo o alguién no se limita a solo identificar al enemigo sino sobre todo el cómo lucharemos contra lo que afecte o amenace a algo o alguien en particular o a todos cómo pueden ser pandemias, malos gobiernos, condiciones económicas climáticas y el narcotráfico que es el comercio o tráfico ilegal de drogas tóxicas.Los conflictos que van generando son graves en muchos barrios, ciudades y países ya hacen que gobiernos adopten posturas y acciones contra el narcomenudeo.
Eso no debe ser tomado cómo un estilo de vida donde existe la comodidad y el tener todo cómo lo que inspire a quien sea llegar a gerenciar o trabajar en este campo ilegal. Perú por ejemplo anuncia un pacto de seguridad aérea con EE.UU. para frenar los narcoaviones. El acuerdo revive el acuerdo de hace 20 años y permitirá el apoyo de inteligencia y entrenamiento para la fuerza aérea de Perú.
El tráfico de estupefacientes no se limita a hacerse solo en tierra o agua sino también se lo hace a través del aire. No lo vemos ni sentimos cerca porque se hace en un terreno diferente al que transitamos habitualmente m ás es una realidad que la cocaína y sus drogas similares destruyen vidas y también vuelan.
Por aire, tierra y mar
Perú anunció el sábado un acuerdo de seguridad aérea con Estados Unidos en lo que el gobierno describió como un impulso para impedir que aviones pertenecientes a bandas de narcotraficantes ingresen al espacio aéreo del país sudamericano.
Este no es el único donde se trafican narcóticos nocivos sino también llegan a otros países y continentes porque la adicción a los mismos representa la existencia de un mercado despierto y con intenciones de gastar dinero por tener la sensación que producen el introducirlos a nuestro organismo. El mismo para defenderse de sus efectos también lucha cómo pueda siendo la estrategia más efectiva contra el narcotráfico es mediante una conciencia colectiva social que rechace el consumo y circulación de lo que nos haga mal a todos.
Por fortuna ya existen programas de defensa y fin del tráfico de drogas en nuestro vecino país sudamericano. El acuerdo revive un pacto de cooperación de seguridad bilateral con los EE. UU. de hace 20 años. Esperamos que sea un convenio que se sostenga y logre combatir el narco por y para la población de cualquier lugar en un mundo que se enfrenta a una especie de epidemia que es la existencia del narcotráfico.
