La política ha vuelto a colocarse en el centro del país desde hace unos meses con los nombres que han sido planteados de cara a los comicios internos de los partidos en diciembre y las generales del año 2023. También ha demostrado un nivel de hartazgo y de cansancio del electorado, que solo es movilizado en actividades proselitistas cuando se les paga, ya no hay una motivación por el verbo encendido de algún orador destacado entre los políticos, algún doctrinario, aquel que mueva la fibras íntimas de un partido político, ahora si no se paga, nadie va a escuchar a nadie, y si además no se les da de comer, menos aún.
Hemos visto tan degradada la política que ahora incluso necesitan estimuladores bíblicos que diga a los candidatos de qué madera están hechos y que capítulo, versículo de la biblia, habla de su condición de ungido por Dios para dicho cargo, los niveles de confusión que existen en la política paraguaya, son tan grandes que ya nadie sabe por quién votar, ni a quién votar, uno de los sectores colorados tiene a un liberal de candidato a presidente, y tiene un presidente del partido de otra agrupación política de la que vino, si vemos todos los nombres que están en la lista electoral, algún nivel de confusión y de incertidumbre cómo de incoherencia reflejan en su propia persona.
