
El abogado Francisco De Vargas explicó que la causa por presunta estafa contra Pablo Suárez y María José Arce se originó en un complejo enfrentamiento entre socios que detuvo la obra en un 70% y no en una intención de perjudicar a los compradores.
El proyecto inmobiliario Cibera Park, que debía entregar 30 departamentos y que hoy permanece paralizado con un avance del 70%, quedó en medio de una serie de conflictos internos entre los propios desarrolladores. De acuerdo con el abogado Francisco De Vargas, representante de dos de los imputados —Pablo Suárez y María José Arce—, la raíz del problema no se encuentra en una estafa, sino en una profunda disputa societaria que afectó el curso normal de la construcción.
Cómo empezó el conflicto entre los socios
Cibera S.A., la empresa responsable del proyecto, está integrada por socios paraguayos (Suar S.A.) y socios uruguayos. Según explicó De Vargas, ambas partes iniciaron demandas civiles entre sí luego de desacuerdos sobre el manejo de la obra y la administración de la sociedad.
Mientras Suar S.A. demandó a los inversionistas uruguayos por incumplimientos contractuales, estos últimos respondieron con acciones judiciales contra sus socios paraguayos. Los procesos, aún en desarrollo, derivaron en embargos y medidas cautelares que congelaron la actividad de la empresa.
“Esos embargos hicieron imposible continuar con la construcción”, afirmó De Vargas. La obra quedó frenada en un punto en el que ya se había invertido alrededor de US$ 4 millones.
Denuncias internas y pérdida de control empresarial
A esto se sumó una denuncia penal presentada por Suárez y Arce contra los socios uruguayos por supuesta producción de documentos no auténticos. De acuerdo con la defensa, estos documentos habrían sido utilizados para modificar el control societario mediante actas falsificadas.
Este escenario —judicial, financiero y administrativo— generó una parálisis total en la empresa, impidiendo cualquier avance o entrega de los departamentos vendidos en pozo.
Por qué la defensa afirma que no hubo estafa
De Vargas sostiene que el caso fue incorrectamente planteado como un hecho penal cuando, en realidad, se trata de un incumplimiento contractual provocado por factores que los acusados no podían controlar.
Entre los elementos que destaca se encuentran:
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La obra existe y está avanzada.
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Suárez y Arce son propietarios del 50% de la sociedad dueña del edificio.
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Existen acuerdos firmados que reservaban las unidades vendidas a favor de Suar S.A.
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Hay constancia de pagos de multas por atraso, abonados por los imputados a los compradores.
“Estas acciones demuestran que siempre buscaron cumplir. La paralización no se debió a falta de voluntad, sino a un conflicto societario que escapó de sus manos”, explicó el abogado.
Ejemplo de un acuerdo alcanzado
Uno de los compradores, el futbolista Osmar Molinas, había pagado US$ 166.000 por su departamento. Tras las dificultades del proyecto, llegó a un acuerdo con Suárez y Arce y terminó recibiendo US$ 209.000, un monto superior a su inversión original.
Para la defensa, este caso muestra que los imputados no tuvieron intención de perjudicar a los adquirentes y que incluso realizaron esfuerzos para resarcirlos.
Expectativas económicas en disputa
En cuanto a los querellantes, De Vargas señaló que parte del conflicto actual surge de que sus expectativas económicas “no coinciden con el capital que efectivamente aportaron”. Según el abogado, la vía penal habría sido utilizada como forma de presión para obtener compensaciones superiores a las previstas inicialmente.
“Un problema contractual, no penal”
De Vargas insistió en que sus representados no son estafadores y que, por el contrario, son quienes hoy afrontan el mayor perjuicio: no pueden culminar un edificio que tiene 30 departamentos, tienen una inversión millonaria inmovilizada y enfrentan un proceso penal que —según sostiene— no corresponde al ámbito penal sino al civil.
“El origen de este caso está en una disputa societaria. No en una trama de engaño. Es un conflicto complejo, pero estrictamente empresarial”, concluyó.
Periodista Senior