Uno al ingresar a una red social lo hace por que busca algo. A pesar de que cueste admitirlo, tener popularidad es sin duda uno de ellos. Cada vez que realizamos una publicación, la aprobación de nuestros contactos con un me gusta o compartiéndolo nos genera una pequeña satisfacción. Dicha que va en aumento mientras más repercusión tenga lo que compartimos.
Si para la gente común y corriente esto es importante, ¿se imaginan para personas públicas que buscan ser populares? Como a candidatos políticos por ejemplo.
Por tan solo 300 euros (G. 2.145.000 al cambio actual), se puede comprar 3.500 comentarios, 25.000 likes, 20.000 visualizaciones y 5.100 seguidores. Esto según un informe publicado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El problema de esto es generar una imagen falsa de la gente. Es decir, que esto genera una aprobación falsa que puede generar cambios reales como la elección de un Presidente de un país.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Donald Trump fue electo presidente de los EE.UU en 2016 en gran parte gracias a usar las redes sociales a su favor y en contra de la opositora Hillary Clinton.
La misma investigación de la OTAN revela que de un total “x” de seguidores falsos comprados en las cuatro redes sociales principales (Facebook, Twitter, Instagram y You Tube) solo el 20% fueron detectados por las mismas redes sociales y eliminados y el 80% restante seguía activo luego de un mes de haberlos creados.
Es decir, el autocontrol que llevan adelante las redes sociales es casi nulo. Y no existe un control externo para estas plataformas.
“Pero más allá del fraude publicitario, la manipulación en redes sociales es muy peligrosa para la estabilidad política y social de los países. Más aún si como revela este experimento sigue siendo tan sencillo, eficiente y barato llevarla a cabo”, lamenta Hugo Sáez, publicista español.
Así también destaca que las personas que quieran manipular las redes sociales pueden estar seguras de que solo una pequeña parte de la actividad falsa será borrada. La mayoría sobrevive e incluso cuando es eliminada, sus efectos tienden a permanecer.
“Las tácticas de compromiso falsas siguen siendo un desafío para toda la industria”, dijo Facebook en un comunicado. “Estamos haciendo inversiones masivas para encontrar y eliminar cuentas falsas y compromisos todos los días”.
Samantha Bradshaw, investigadora de la Universidad de Oxford, dijo que la fácil manipulación de las redes sociales podría tener implicaciones para las elecciones europeas de este año y las elecciones presidenciales de 2020 en los Estados Unidos.
Según nuestra fuente, esto es practicado por los más renombrados políticos del país como Horacio Cartes, Efraín Alegre, Óscar Rodríguez y más. Justamente el primero, tendría a un equipo encargado exclusivamente de trabajar en sus redes sociales, entre ello, comprar interacción falsa.
Paso 1: Poner en google comprar seguidores
Paso 2: Seleccionar un plan de pago.
Paso 3: Añadir tu usuario
Paso 4: Los seguidores te cargan por partes para no alertar a la red social.
2 Minutos lleva comprar popularidad falsa y 24 horas como máximo recibir todo el pedido.
500.000 Guaraníes es el costo mínimo para comprar datos falsos en las redes sociales.
CARTES, EL MÁS POPULAR EN LAS REDES
Horacio Cartes, expresidente de la República.
Instagram: 77.000
Twitter: 513.000
Facebook: 542.000
Mario Abdo Benítez, presidente de la República.
Instagram: 346.00
Twitter: 348.000
Facebook: 516.000
Efraín Alegre, presidente del Partido Liberal.
Instagram: 6.200
Twitter: 36.000
Facebook: 225.000
Mario Ferreiro, exintendente de Asunción.
Instagram: 99.000
Twitter: 458.000
Facebook: 290.000
Paraguayo Cubas, exsenador.
Instagram: N/P
Twitter: 40.000
Facebook: 404.000
Desirée Massi, senadora nacional.
Instagram: N/P
Twitter: 68.000
Facebook: N/P
*N/P significa No posee cuenta oficial.
