Gustavo Petro es el nuevo presidente de Colombia y quiere dar un golpe de timón a la lucha contra las drogas, un problema global pero muy relacionado a la historia política y económica de su país. Un extraño reconocimiento se ha producido en las esferas de la más elevada gestión de países, ahora el ejecutivo reconoce que la guerra contra las drogas ha fracasado.
Colombia ciertamente es mucho más que el vallenato, Carlos Vives, Shakira y otros productos de su agenda cultural, es una nación que tuvo y tiene varios problemas que deben ser enfrentados por ejecutivos y ciudadanía, que demandan siempre buena atención a sus representantes. La producción de cocaína trajo consigo violencia, muertes y destrucción institucional. Las políticas públicas aplicadas para luchar contra el tráfico no han resultado y están dispuestos a buscar nuevas opciones.
Gustavo Petro cómo presidente reciente de este país da sus primeras confesiones públicas acerca de la misión que le encomendó el pueblo colombiano para que gestione a uno de los países con mayor presencia de narcóticos y su tráfico en el mismo y hacia el mundo. En su juramentación Petro, ex alcalde de Bogotá, ex senador y exguerrillero, dice que el país tiene una ‘segunda oportunidad’ para enfrentar la violencia y la pobreza. Que son solo una de las pocas expresiones referente al dilema de los narcóticos en Colombia, también se resalta que dijo que están para buscar la «paz total» en Colombia con un Ejército «pensado para la guerra».
Una pugna de hace años no solo en Colombia sino en varios países como el nuestro que se enfrentan a este mal que hasta llega a esferas políticas etiquetandose cómo narcopolítica por financiar campañas y “programas” políticos. La narcopolítica es un grave problema que Petro dice que se debe combatir de una forma diferente hasta ahora.
El primer presidente izquierdista de Colombia asumió el cargo y prometió luchar contra la desigualdad y llevar la paz a un país perseguido durante mucho tiempo por sangrientas disputas entre el gobierno, los narcotraficantes y los grupos rebeldes.
Buscar nuevas opciones
Cabe mencionar que antes de ser presidente Petro también fue guerrillero del grupo M-19, para luego iniciar su trabajo de transcicionar hacia la paz social, convirtiéndose en economista y político de tendencia izquierdista. Liderando su partido “Colombia humana”
Con la intención de humanizar mucho más a un país destrozado por la violencia de guerrillas y narcotráfico , dijo que Colombia estaba teniendo una “segunda oportunidad” para enfrentar la violencia y la pobreza y prometió que su gobierno implementaría políticas económicas que buscan poner fin a las desigualdades de larga data y garantizar la “solidaridad” con los más vulnerables de la nación.
La lucha contra el narcotráfico colombiano tiene sus repercusiones entre nosotros como lo demostró el asesinato del Fiscal paraguayo Marcelo Pecci en tierras colombianas. Muchos de los investigados por el operativo A ultranzapy están relacionados a colombianos por lo que es importante seguir de cerca cual será el plan de Petro para enfrentar este flagelo de tan gran impacto tiene a nivel global y sobre nosotros.-