En el marco de la Semana de la Moda de París, que se extenderá hasta el próximo 6 de octubre, Dior realizó un desfile de presentación de su última colección para la temporada Primavera/ Verano de 2021, propuesta creada por la diseñadora de la línea femenina, María Grazia Chiuri.
En esta ocasión, la italiana combinó sus propias pulsiones personales, que nacieron de su imaginación creativa y fueron ajustadas a las incertidumbres de los tiempos actuales, con el amplio legado y la herencia de la firma y de su fundador, Christian Dior.
Chiuri se inspiró en destacadas figuras femeninas, en particular de la artista italiana Lucia Marcucci, una de las más emblemáticas representantes del avant-garde italiano.
De este modo, la colección de Dior se convierte en una vidriera donde la encargada de dar vida a las prendas invita a poder redescubrir la obra de Marcucci, que fue precisamente telón de fondo de la presentación “Vetrata di poesia visiva”, vidrieras de catedrales góticas creadas en este caso a base de recortes de prensa e ilustraciones laicas.
Sobre la pasarela, se pudo observar la gran influencia de importantes figuras femeninas, como las de la escritora británica Virginia Woolf o la estadounidense Susan Sontag, cuyos estilos sirvieron de inspiración a Chiuri para armar está presente colección que busca visualizar a referentes femeninas del mundo artístico y literario para componer una idealizada “academia” de poetisas, escritoras, pintoras y ensayistas.
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La protagonista del desfile sin dudas fue la “ligereza” que demostraban las prendas, que iban combinadas con unas coloridas y holgadas capas, inspiradas en el estilo hogareño de Virginia Woolf, o unas sencillas camisas blancas en línea con el estilo de la estadounidense Susan Sontag.
En cuanto a la línea masculina, las camisas de hombres fueron nuevamente reinterpretadas por Chiuri, hasta el punto de transformarse en vestidos o de abrirse en forma de túnicas, en combinación con shorts y pantalones de líneas amplias.
Mientras que una de las piezas más emblemáticas de la casa parisina, fue su espectacular chaqueta Bar, que se transformaba de igual manera mostrándose en una estructura más cómoda y en acabados actuales y típicos del periodo estival como el Tie-dye.
