Tengo una vida de treinta y pico de años por eso tengo en cuenta las recomendaciones y sugerencias de las personas con más tiempo en la universidad más efectiva para todos que es la vida.
El ex presidente uruguayo Pepe Mujica de 89 años dice que “Eres libre cuando escapas a la ley de la necesidad”, el hombre buscó, busca y buscará siempre su libertad, porque es con ella que tiene posibilidad de moverse de un lugar a otro, relacionarse con otras personas y conocer lo que desee.
El austero expresidente de Uruguay, y filósofo sin pelos en la lengua, ofrece la sabiduría de una vida plena mientras lucha contra el cáncer. Una seria enfermedad que no logró terminar su vida ni capacidad de pensar y comunicar sus sabias ideas para uruguayos y terráqueos que gustaron su trabajo y forma austera de ser.
Mujica dice que eres libre cuando escapas a la ley de la necesidad, cuando gastas tiempo de tu vida en lo que a ti se te ocurre. Si las necesidades se te van multiplicando, gastas el tiempo de tu vida en cubrir las necesidades, sean estas muy necesarias o innecesarias para nuestra vida, que pueden ser nuestra comida, ropa, insumos o servicios para nuestra salud y lo que nos pueda dar paz y servir para algo específico.
Evitar el consumismo
Agrega a esta reflexión que ahora, los humanos podemos crear necesidades infinitas. Resulta que el mercado nos domina y se queda con todo el tiempo de nuestra vida, adquirimos un teléfono, computadora, ropa o accesorio con caducidad programada lo que significa que no eterno cómo nos imaginamos y a semanas o meses estamos gastando de vuelta por lo que pudo servir más tiempo que su caducidad programada.
Hace una década, el mundo sintió una fugaz fascinación por José Mujica. Era el informal presidente de Uruguay que había rehuido del palacio presidencial de su país para vivir en una pequeña casa de techo de zinc con su esposa y su perro de tres patas.
Una persona frugal con 89 años e historia en su país. Su gobierno se caracterizó, por un lado, por la continuidad de las políticas establecidas por el gobierno anterior del Frente Amplio y, por el otro, por reformas sociales (entre las cuales se hallan la legalización y regularización del mercado de la marihuana, matrimonio homosexual y legalización del aborto).
Mujica aa asaltado bancos como guerrillero urbano de izquierda; sobrevivió 15 años como preso político, incluso haciéndose amigo de una rana mientras permanecía en un agujero en el suelo; y ayudó a liderar la transformación de su pequeña nación sudamericana en una de las democracias más sanas y socialmente liberales del mundo.
Para hacer realidad las sugerencias o claves propuestas por Mujica no depende del mercadeo, los productos ofrecidos sino sobre todo de la mente del consumidor y sus acciones con respecto a lo que tiene y adquiere.
El legado de Mujica es algo más que su pintoresca historia y su compromiso con la austeridad. Se convirtió en una de las figuras más influyentes e importantes de América Latina en gran parte por su filosofía franca sobre el camino hacia una sociedad mejor y una vida más feliz.
Ahora, fuera de una de las responsabilidades políticas más importantes de cualquier país que es ser parte de su ejecutivo, dedica su tiempo a reflexionar sobre la vida.
Ahora está luchando contra la muerte. En abril anunció que se someterá a radioterapia para tratar un tumor en el esófago. A sus 89 años, y ya diagnosticado con una enfermedad autoinmune, admitió que el camino hacia la recuperación sería arduo.
Para evitar complicaciones debemos someternos a una vida “aburridamente rutinaria”, sana y libre de leyes y hábitos de vida que nos destruyan en algún momento cómo la vida del ex presidente José Mujica, que por algún motivo sigue con vida en su república Oriental del Uruguay para enseñarnos a vivir.
