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Ciudadanía y Gobierno

La democracia, no es una idea nueva. No entraré en sus orígenes atenienses, ni otras cuestiones históricas, que doy por conocidas. Lo que nadie puede poner en duda es que no es la misma en todas partes con sus virtudes, defectos, sistemas y modos de aplicación, según la región del mundo donde miremos.

Lo cierto es que más allá de partidos, tendencias y simpatías, compartimos el hecho cotidiano de ser parte de la condición, que reconoce a una persona una serie de derechos políticos y sociales que le permiten intervenir, en las más diversas cuestiones de la sociedad y de la República como ciudadanía paraguaya.

Está en una cara, la que está en la Constitución Nacional y en el ordenamiento jurídico del país. La otra cara, es la que surge del interrogante, ¿son derechos que ejercemos o normas jurídicas que nos conceden derechos en expectativas? En síntesis, ¿derechos que tenemos, pero no ejercemos?

Es bueno recordar que históricamente la mujer, al igual que los niños o los sirvientes, no tenía ningún tipo de ciudadanía. No es hasta el primer cuarto del siglo XX cuando se empiezan a reconocer los derechos de las mujeres en el ámbito político. Y Paraguay es el último país de la región en conceder el sufragio femenino, luego de una larga lucha de grupos feministas, un 5 de julio de 1961, se promulgó la Ley Nº 704, de “Derechos Políticos de la Mujer”. Es decir, apenas 60 años pasaron, para que las mujeres tuvieran voz propia y en condiciones de igualdad con los del género masculino, que decidieron los destinos del país desde sus orígenes, para bien o para mal.

Los derechos están y cada día y eso es bueno que ocurra, se suma un nuevo derecho. Y a cada nuevo derecho, debería haber mayor democracia. Democracia entendida en su definición más breve como “el reconocimiento del otro” según el sociólogo francés, Alain Touraine. Pero la gente no lo vive de esta manera a juzgar por los reclamos postergados, por el sistema de salud imperante y ni qué decir del sistema educativo, con pandemia o sin ella.

Tal vez el problema esté en una cuestión básica. No es cuestión de tener derechos sino de ejercerlos, de sentirse con capacidad a reclamarlos y constatar la preocupación de nuestros gobernantes, por dar respuesta a los legítimos reclamos y demandas sociales.

Solo voy a tomar dos ejemplos prácticos, el sábado 28 de noviembre, luego de 8 años de haberse fundado el Parque Guasu Metropolitano, desde la Organización ciudadana Salvemos el Parque Guasu, celebramos poder realizar con el Ministerio de Obras Publicas y Comunicación, una jornada de Limpieza y Educación Ambiental, para mejorar la infraestructura de este predio de 125 hectáreas, como los servicios que presta a más de 20.000 usuarios mensualmente.

Los espacios verde públicos son uno de los mayores valores del que pueda disponer una ciudad en tiempos del cambio climático y otras amenazas mundiales. Por ello la ciudadanía debe hacer propio estos espacios, su defensa y cuidado, así como resguardar algo garantizado por nuestra Constitución Nacional: QUE LO PUBLICO SEA PUBLICO. Esta breve frase, que aparece como una cuestión sencilla, por el contrario, está llena de contradicciones y amenazas. El intento de privatizar su uso con lagunas, construcciones o los emprendimientos más descabellados, han sido la constante desde sus orígenes.

Un ejemplo más ligado al bienestar ciudadano. El necesario e imprescindible proyecto del Metrobus. Aún no se sabe a ciencia cierta porque se interrumpió. Que hubo corrupción, no cabe duda. Que hubo negligencias por las empresas constructoras, el MOPC, las denuncia abiertamente. ¿Pero quién iban a ser los beneficiados de un nuevo sistema de transporte? Los que más lo necesitan y los que menos tienen, amén de los ahorros que significaban para el Estado Paraguayo una obra de esta envergadura.

Finalmente, el derecho a gozar de un espacio verde público como lugar de recreación y salud, así como mejorar el transporte y volver más temprano a la casa de cada ciudadano y ciudadana, para tener más tiempo libre, sigue siendo un derecho en expectativa y todavía una lejana realidad.

Arturo Enzo Bregaglio
Arturo Enzo Bregaglio
Abogado. Periodista y Lic. Ciencias de la Comunicación. Fundador y director de Radio Sur (Córdoba) y Radio Trinidad/ViVa (Asunción). Vicepresidente por América Latina y Caribe de AMARC (Asociación Mundial de Radios). Numerosos cursos de Comunicación Política y Derecho a la Comunicación en América Latina, Canadá y Europa. Consultor de la organización para la Migración Paraguaya. Gestión de las campañas en Estados Unidos, Brasil, España, Francia, Italia, Suiza y Argentina, para el logro del voto de los paraguayos en el exterior.

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