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Cicatrizando heridas

La iglesia católica en el mundo es centro de ataques constantes por la sociedad que no está de acuerdo con la misma o que no gusta su actuar en distintos abusos que se han registrado hacia feligreses e incluso miembros de la misma.

No es nada nuevo tampoco que un sector de  la sociedad reaccione contra esta institución. Ahora una vez más ha sido víctima de bélicos ataques contra un miembro de la iglesia católica que ya tiene siglos en América  latina que hace tiempo aterriza en estas latitudes desde Europa para evangelizar y distribuir el mensaje divino entre los simpatizantes y seguidores. Ahora también y para justicia también sanciona abusos cometidos por sacerdotes y personas que tengan la misión de distribuir bien el mensaje de Dios en la tierra.

Un pais roto

Un terreno nada fácil para el feligrés cómo para la autoridad de la institución religiosa que en Colombia un  auto que llevaba a Fredy Muñoz y Eider Bototo, de la parroquia San Lorenzo de Caldono, recibió más de 30 disparos. Este hecho fue condenado por la organización de las Naciones Unidas (ONU), que es una referencia importante para muchas personas y gobiernos por representar a varios países en una organización que tiene cómo misión fundamental el mantener la paz y la seguridad internacional. 

La denuncia es clara y contundente. El organismo reiteró el llamado de las comunidades para detener la ola de violencia que afecta a personas en proceso de reincorporación, liderazgos étnicos, autoridades indígenas y representantes de la sociedad civil.

Se debe entender la importancia que tiene la paz en sus territorios y lo que con ella se puede lograr tanto dentro cómo fuera del mismo. Colombia vive un momento de reparación a una guerra civil que consumió ese país por más de 60 años. 

Hay que evitar  ser destruido, dañado o afectado cuando la violencia toma vida en o contra él cómo lo ocurrido en Colombia. País donde el tráfico de armas, droga y lo que dañe al ser humano es algo frecuente y puede afectar a todos siempre. La cicatrización de las heridas es fundamental para mantener el paso hacia la paz en esa nación sudamericana. 

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