No existen las ganancias jugosas, rápidas y baratas en Internet
Cuando uno se mueve con mucha frecuencia por el mundo digital debe ir con cuidado porque las acechanzas son muchas y vienen disfrazadas de ofertas y oportunidades con promesas de ganancias rápidas y seguras mediante inversiones módicas, casi irrisorias.
Para escapar a estos peligros hay que tener en cuenta, primero, que nada que sea rápido y barato puede ser bueno, ni mucho menos seguro. Lo único seguro, en tales circunstancias, es el timo y el engaño. El cibercrimen que más abunda hoy en el Paraguay es el denominado phishing, una celada permanentemente activa en Internet para que el navegante ingenuo ceda datos personales, claves o pines de cuentas, tramites bancarios, tarjetas de crédito, etc.
De lo primero que se debe sospechar el del trato personal, de mucha familiaridad conque el estafador se dirige a su víctima. El correo electrónico es uno de los medios preferidos. En los albores del email las estafas eran bastante más burdas, con historias de gente que, habiendo recibido una gran herencia en algún país en apuros, en guerra, etc., proponía abrir una cuenta en el banco de residencia de la victima, con promesa de pago de una gruesa comisión por el servicio prestado. De estas maniobras fantásticas se pasó a otras más sutiles. La generalización de los algoritmos y la inteligencia artificial permite al timador manejar cantidades fantásticas de datos personales tales como nombre, apellido, documento de identidad, tarjeta de crédito o de débito, bancos con los que opera, depósitos en cuenta corriente o de ahorros, historial de créditos, etc. Con semejante banco de información, el estafador prepara el abordaje de su víctima fingiendo ser funcionario de la intermediaria financiera con la que opera y, con dos o tres pasos de aparente formato institucional, termina haciéndose con claves o pines personales. De allí en más, el estafador tiene el camino allanado para vaciar cuentas en pocos minutos.
Recordemos esto: ningún banco, financiera o cooperativa opera de esa manera. Tampoco lo hacen las casas comerciales que venden a crédito. La información sensible se maneja en forma presencial y aunque el trámite sea un tanto molesto para el cliente, no hay mejor manera de preservar la seguridad e intangibilidad de los datos financieros personales.
Contra el cibercrimen, todas las precauciones son pocas.