Cada país tiene sus desafíos. Los que construyeron desde su independencia. Asi en Chile hace 211 años dejaron de lado la dependencia del poder español están trabajando hasta hoy día con una nueva presidencia que asumirá en marzo del 2022 para establecer bien las pautas que den a sus habitantes la garantía que la constitución nacional que es la ley fundamental sea la pieza basal sobre la que se asiente un Estado sostenido en la libertad, los derechos y deberes de sus ciudadanos. La misma que establezca la división de poderes con sus alcance y que a la vez que garantice derechos y libertades sin dejar de lado la agenda medioambiental.
Gabriel Boric, el presidente electo, tiene que convocar al referéndum que ratifique o rechace dicha Constitución mientras deberá administrar un país dolido de injusticias, confrontaciones y conflictos.
Sin dudas Boric se estrena en tiempos nacionales y globales retadores. No solo en que la pandemia, el movimiento financiero de cada país y otras referencias sociales le marcaran a fuego resolver en un corto tiempo. Muchos esperaran resultados rápidos entre sus adherentes que quizás se desencanten a corto plazo y la otra mitad de ese Chile que no lo eligió esperará verlo fracasado. Los 155 chilenos que fueron electos para redactar una nueva constitución lo hacen en medio de lo que han declarado como un “estado de emergencia climática y ecológica”.
Grandes retos mineros
Esto solo es uno de los puntos que tendrá enfocado a los nuevos gerentes, que también tienen en su maletín los siguientes puntos; delincuencia, las pensiones, la salud, la desigualdad o distribución del ingreso y el desempleo.
Chile con sus 19 millones de habitantes, también determinará el futuro de un metal suave y brillante, el litio, que se esconde en las aguas saladas debajo de este vasto y etéreo desierto localizado junto a la Cordillera de los Andes. Y del mismo dependerá en mucho como los inversores extranjeros vean el futuro económico de esta nación trasandina.
La administración o gerencia de un país tiene distintos desafíos que no se limitan a los problemas dentro del mismo sino por sobre todo en cómo se mueve y lo que mueve a los demás miembros de las naciones de ahí la importancia de lo que haga o deje de hacer el gobierno de Boric en materia minera. Este es un tema delicado y difícil que marcará el destino de un gobierno lleno aún de incertidumbres pero que viene aupado por un deseo de cambio anhelado desde lo profundo de su sociedad dividida.
