En un caso que ha generado controversia, el Tribunal de Sentencia de Cordillera, bajo la presidencia del Dr. Alberto Peralta Vega, ha emitido un fallo que deja impune a una madre acusada de ejercer violencia familiar contra su hijo de ocho años de edad en el momento de los hechos.
A pesar de los innegables daños infligidos al menor, respaldados, entre otros, por la evaluación de un médico del Hospital de Trauma, la absolución se fundamenta en la determinación de que la acusada estaba experimentando una grave perturbación de la conciencia en el momento del incidente, en concordancia con el artículo 23 del Código Penal.
El fallo del Tribunal confirmó la calificación de tipicidad y antijuridicidad del hecho punible de violencia familiar, ejercido por la madre en un día de relacionamiento con su hijo, quien vive con el padre. Con el objetivo de preservar la identidad del menor, se han omitido detalles que pudieran identificarlo.
El Tribunal destaca la relevancia de los informes psicológicos que han aportado pruebas contundentes sobre la persistencia de un trastorno mental en la madre. Este patrón de conducta, junto con otros factores, ha influido en la determinación de absolver a la acusada de responsabilidad penal. Además, los magistrados hicieron hincapié en que durante todo el proceso de juicio oral, la madre mostró una falta de comprensión y una actitud hostil hacia el padre del niño.
No obstante, es crucial enfatizar que el Tribunal subraya la importancia de proporcionar a la madre un tratamiento psicológico adecuado para abordar su situación. Además, se recalca que la integridad física y psicológica del niño debe prevalecer por encima de cualquier tipo de régimen de relacionamiento.
El Ministerio Publico había solicitado una pena de dos años con suspensión a prueba de la ejecución de la condena. La sentencia no fue apelada y queda firme.
