La expresión del título es usada para describir o etiquetar episodios de la vida real con una dosis de ficción. Hay casos que de tanto en tanto son expuestos por la prensa que ameritan ser tenidos en cuenta por guionistas que buscan encontrar una idea que les haga tener importantes reconocimientos de la industria cinematográfica. No me cabe duda que tomará este caso cómo inspiración para un filme dramático y hasta de terror por lo que aconteció en un país europeo.
Se trata del sacrificio hecho a una mujer que mata a sus cinco hijos en Bélgica, Genevieve Lhermitte mató a su hijo y cuatro hijas, de entre 3 y 14 años, en la ciudad de Nivelles el 28 de febrero de 2007, mientras su padre no estaba. Luego trató de quitarse la vida pero fracasó y terminó llamando a los servicios de emergencia para pedir ayuda.
Drama con trasfondo.
El hombre de 56 años fue sentenciado a cadena perpetua en 2008, antes de ser trasladado a un hospital psiquiátrico en 2019.
Este caso merece un buen estudio psicológico y jurídico para proteger las vidas de los menores que estén bajo riesgo de lo que han sufrido los niños belgas en su vida real.
Hoy más de 10 años después la mujer fue sacrificada cómo pena máxima optada por la justicia belga. Le queda al Estado trabajar en promocionar el cuidado a vidas indefensas y vulnerables a todo tipo de riesgos cómo el que se dió en este país hace 16 años. Una madre quizá con problemas mentales degolla a sus 5 hijos. Drama, terror, una historia triste y “de película” sin dudas y que acaba siendo ajusticiada. Parece una película de terror.