Existen o ya existieron trabajos que intentaron mezclar la comodidad con la producción y hay una región en el planeta que se destacó por esta filosofía de trabajar diferente que es el valle del Silicio o “Silicon Valley” en el estado de California, EE.UU. Ahí se han desarrollado y establecido las empresas que no tienen directa relación con el silicio pero si su uso para los dispositivos que son sus plataformas en el mundo. También fueron famosas sus formas de trabajar diferentes que ahora están mutando.
Silicon Valley como lo conocemos —con sus culturas corporativas radicalmente transparentes, empleados empoderados, jerarquías horizontales y prestaciones excepcionales, como cabinas para tomar siestas y comida gratis está desapareciendo con rapidez.
Durante casi dos décadas, las empresas tecnológicas proclamaron que su estrategia se centraba en hacer felices a los trabajadores con prestaciones que se proponían integrar a la perfección el trabajo y la vida. Hicieron de los programas de bienestar y las vacaciones ilimitadas.
Cómo cita un dicho conocido; “todo lo bueno es perpetuo y esto y es una realidad no solo para los empleados de twitter, ahora presididos por Elon Musk que ha decidido recortar un buen número de sus funcionarios que no solo trabajaban en una empresa del mundo virtual, sino quizá también sus expectativas y realidad eran virtuales o falsas.
Las iniciativas de estas empresas daban prioridad a la persona en su totalidad) prestaciones estándar para los empleados. como cabinas para tomar siestas y comida gratis. Que hoy día ya se está empezando a reducir o quitar de las ofertas atractivas de “trabajar” dentro de compañías cómo Google, Meta o cualquier tipo de empleo que se encuentre en esta ciudad californiana.
Alteraciones profundas
Cómo trabaja para el mundo no está lejos de su realidad económica ya no es suficiente para continuar haciendo del espacio de labor uno alegre y libre de exigencias, que forman parte de cualquier empleo que trabaje para por algo. El modelo está cambiando. Los buenos tiempos se han acabado.
El sector se enfrenta a un entorno macroeconómico desigual y a un mercado de valores en crisis que presiona a las empresas tecnológicas que cotizan en la bolsa y crea un entorno menos que ideal para la oferta pública de venta en la iniciativa privada.
Por primera vez en la historia, grandes empresas tecnológicas como Meta, Twitter, o Amazon están despidiendo simultáneamente a decenas de miles de trabajadores.
Lo que es suficiente para etiquetar de crisis o “crítico” lo que está sucediendo en la Costa Oeste de los EE.UU. que no siempre debe ser percibido cómo el espacio de la fama, películas o las iniciativas tecnológicas que tienen éxito rápido, efectivo y hasta a veces “virtual” que no logra mantener su pico de éxito de forma perpetua.
Se había borrado la imagen líder exigente y que con presión conseguía resultados para su empresa o proyectos pero ahora la sustitución del modelo está en crisis porque realmente el valor de estas iniciativas en el mundo tecnológico están perdiendo valor en la bolsa. Es hora de cambiar y adaptarse.