El debate sobre la seguridad ha vuelto a plantearse en estos días y han recordado que el sector liderado por Cartes se opuso a una modificación de la ley que organiza la policía nacional.
Esta realidad es completamente autónoma en términos concretos y prácticos del Ministerio del Interior, pero cada vez que hay un problema serio de seguridad se carga contra dicho Ministerio, contra dicha Secretaría de Estado, cuando lo que en realidad tenemos que notar es que cada comisario -en su propia estructura- es completamente autónomo y está por encima de lo que le recomiende el Ministro del Interior.
La transformación de este complejo sistema jurídico que establezca que la potestad del Ministro del Interior estará por encima del comandante de la Policía Nacional, puede ser un buen comienzo, pero tendría que transformarse por completo el concepto de la idea de seguridad y la manera en que seleccionamos a nuestros policías y como los mantenemos en nuestras estructuras administrativas, de lo contrario podríamos cambiar la norma pero continuar todo igual.