martes, noviembre 5, 2024
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Calor en el norte y fresco el sur

Ahora en sudamérica no nos quejamos por las elevadas temperaturas cómo lo hacemos de septiembre en adelante porque estamos en otoño  y en qué contraposición  la población del hemisferio norte del planeta debe soportar incendios y calores. 

Canadá sufre incendios forestales de dimensiones importantes que gracias a las precipitaciones o intervención de la naturaleza ya están aliviandose. Los equipos que atienden esta lamentable  situación  esperan que el clima húmedo pueda ser un “punto de inflexión” después del peor comienzo de la temporada de incendios registrado en un área del tamaño de Gales.

Accidentes cómo estos son muy comunes en América del norte, no olvidemos lo ocurrido en 1988 con el mayor incendio forestal registrado en la historia del Parque nacional Yellowstone de Estados Unidos.  Si bien empezaron como pequeños incendios individuales, las llamas se propagaron rápidamente fuera de control debido a los crecientes vientos y a la sequía de 1988, que llevó a que quemara varios meses. 

Alto impacto

Los principales impactos de los incendios forestales son a nivel de las propiedades (físico, químico y biológico) y la productividad del suelo. La fertilidad es la capacidad inherente de un suelo para proporcionar nutrientes en cantidades y proporciones adecuadas para hacer florecer las plantas y hacer que la flora pueda generar los alimentos que consume el ser vivo que formamos parte de la fauna del planeta. Uno que tiene sus formas de protegerse y actuar bien o mal para sí mismo o de la población que nos encontramos en la tierra.

 

El 95% de los incendios forestales son producidos por la mano del hombre, siendo dentro de estos principales escenarios fogatas y colillas de cigarrillos mal apagados, el abandono de tierras, la preparación de áreas de pastoreo con fuego. Por este motivo concluimos que es de nuevo  un “trabajo” mal hecho del “hombre” o ser humano que estamos en casa promocionando y elevando la voz para dejar de contaminar o elevar el “calentamiento global” que sabemos tiene su incidencia en el cambio climático con más o menos calor y/o frío. Los desastres naturales pueden destruir todo o casi todo en un pestañeo.   

Más de 2 millones de hectáreas de Canadá se han quemado en  esta  temporada de primavera, un área aproximadamente del tamaño de Gales o un tamaño de 20.779 km².

Otro aviso para tener mucho cuidado no solo con nuestra fauna y flora sino con el ambiente que nos rodea y puede incendiarse por razones que pueden controlarse y que no deben ser dejadas en responsabilidad de la naturaleza o justificar cómo un accidente sin intenciones premeditadas y ofensivas. Una vez iniciada no hay forma de controlar su evolución o daños posteriores con lo que nos deja el extremo calor de un incendio por eso hay que tomar los recaudos para el frio y para el calor.

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