Desde su creación en el año 2013, las Fuerzas de Tarea Conjunta (FTC) es una de las organizaciones con más presupuesto y una de las menos eficiente si tomamos como referencia su trabajo, que es el de combatir a los grupos criminales que se instalaron entre San Pedro, Concepción y Amambay.
De acuerdo con los datos proveídos por el Ministerio de Hacienda, las Fuerzas de Tarea Conjunta (FTC), reciben un presupuesto anual de US$ 14 millones, distribuidos en distintos rubros como adquisiciones de equipos militares, gastos reservados y otros.
Si dividimos entre los días del año en la moneda local, representa más de G. 300 millones por día la inversión, entre los 450 militares instalados en la zona norte, arroja como resultado más de G. 670.000 de forma diaria para cada personal, quienes hasta ahora no dieron resultados concretos por más del millonario presupuesto.
Inclusive, desde esta semana se sumaron más de 400 personales de la Policía Nacional y alrededor de 400 militares, desde otro puntos del país a los 450 aproximadamente que ya se tiene la localidad de Arroyito y alrededores, es decir ahora ya suman más de 1.000, de quienes hasta ahora no se sabe si va a acogerse al sobre sueldo, es decir un comisionamiento por formar parte del grupo que combate autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que recientemente secuestro al ex vicepresidente de la República, Óscar Denis o a otro tipo de maniobra financiera que finalmente saldrá del Gobierno.
RENDICIÓN DE CUENTAS
Lo cuestionable dentro de todo esto es que realmente la FTC no rinde cuenta de forma precisa sobre el uso de los US$ 14 millones que se le destina cada año. Basta con mirar los documentos de la fuerza de seguridad para darse cuenta del hermetismo con el que se manejan. Tampoco hay datos concretos en los presupuestos del Ministerio del Interior, ni en el del Ministerio de Defensa.
Según Juan Martens, investigador y director del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales del Paraguay (Inecip-Py), “las autoridades no explican en qué gastan los recursos destinados a las FTC pero igualmente reciben ampliaciones bastante significativas”. En los registros del Ministerio de Defensa es posible observar que los fondos para gastos reservados del año pasado fueron de G. 6.000 millones, de los cuales G. 4.000 millones se ejecutaron, quedando un saldo de G. 2.000 millones, un movimiento que Martens considera “llamativo porque al ser gastos reservados las FTC no especifican en qué gastan ni tampoco demuestran cuáles son los resultados de tales ejecuciones presupuestarias”.
Por ejemplo; la FTC no rinde cuenta de cuánto gasta en; movilidad, combustible, armamentos, equipamientos, seguridad, informantes, que debería ser accesible a la ciudadanía y que con los pobres resultados, da lugar a la desconfianza hacia el manejo.
PASAN NECESIDADES
Un estudio que realizó el Inecip-Py, resalta entre otras cosas que los personales instalados entre el Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI) y las demás bases, ubicadas en Colonia Manitoba, Horqueta y Capitán Bado, reportan que pasan necesidades como falta de movilidad, falta combustible, falta de pago para informantes y dificultades en la comida.
