Si bien la profesional inició su proceso de formación en el rubro cuando culminó su etapa escolar, desde pequeña ya se sintió atraída por el mundo de capturar imágenes, pues su hermana mayor tenía como hobbie la fotografía.
“Siempre veía, de pequeña, cómo ella (hermana mayor) sacaba fotos. Me llamaba mucho la atención. Una vez que salí del colegio, empecé a estudiar fotografía en el instituto La Obra. Desde entonces, empezó a crecer cada vez más el amor”, recordó Belén Almada.
La joven tuvo la oportunidad de realizar cursos de fotografía en Buenos Aires, donde se especializó en la cobertura de eventos sociales como cumpleaños, bautismos o bodas.
“Para mí, lo más importante es poner todo mi corazón a la hora de sacar fotos. Siento que cuando cubro eventos mi corazón se enciende y tengo una conexión muy única. Trato de adentrarme en la historia que voy a capturar. Intento retratar con el alma”, confesó.
Mientras se formaba como profesional del rubro, la joven estudió la carrera de ciencias de la comunicación. Durante algunos años, Belén Almada trabajó en agencias publicitarias hasta que optó por seguir su sueño: dedicarse de lleno a la fotografía profesional.
“A pesar de la montaña rusa que implica emprender, me animé. En todo este camino, me pasaron cosas que jamás imaginé. Por ejemplo, fui con una agencia de viajes a Turquía. También, me tocó tomar fotos de una boda en Cancún. Empecé a ‘puro pulmón’, pero durante estos años me pasaron un millón de cosas”, expresó.
DIVERSIFICARSE PARA ENFRENTAR LA PANDEMIA
Debido a los protocolos sanitarios, en el momento más álgido de la pandemia, no estaban permitidos los eventos sociales. Para sobrellevar esta etapa, Belén se vio obligada a diversificarse y realizar, por ejemplo, “fotoproducto”.
“Estaba estancada en lo que es fotografía, porque lo que más cubro son eventos sociales. Fue ahí que empecé a considerar otras alternativas. Desde la pandemia, empecé a dedicarme a todo un poco. Surgieron algunos emprendimientos y, entonces, empecé a ayudar a algunos emprendedores a hacer fotos para productos. Pero, siempre mi fuerte son los eventos sociales”, manifestó.
Con miras al futuro, la joven sueña con viajar alrededor del mundo para captar a través de su lente paisajes, eventos y personajes.
“Soy amante de los viajes. Me gusta que la gente llegue a conocer los lugares a través de mis imágenes. Me encantaría poder ser una fotógrafa que recorre el mundo, capturando paisajes. Me encantaría vivir en Europa y seguir haciendo sociales desde allí”, comentó.
Asimismo, la fotógrafa no descarta incursionar en algún momento en el mundo del fotoperiodismo y ejercer de esta forma su carrera profesional como comunicadora.
“Me encantaría hacer fotoperiodismo y ser corresponsal de algún medio local en el extranjero”, afirmó.
Para llevar a cabo sus sueños y metas, Belén utiliza como filosofía el lema de “todo el tiempo tenemos que manifestar lo que queremos y las cosas se van a dar en su tiempo”, concluyó.
