Los partidos políticos paraguayos están vaciados de contenido, de dogma de sentido y de referentes; por eso no les queda otra cosa que buscar a alguien con dinero de forma tal que se pueda adquirir la mayor cantidad de voluntades posible en el ruedo electoral.
A esto hemos llegado en el Paraguay después de una degradación constante y permanente de estas agrupaciones políticas que ahora reivindican incluso de que al ser vaciadas en lo ideológico, tendrán que buscar alguna cuestión que genere polarización en el electorado y uno de sus voceros dijo de que los comicios del 2023 serán entre aquellos que se han profamilia o anti familia, en favor de los Lgtv o en contra de ellos.
Eso demuestra un completo vaciamiento de las estructuras de los partidos y la búsqueda de la oportunidad marketinera de hacer que se radicalicen las posturas y en función de eso se alcance algún tipo de homogeneización de voluntades.
Lo que demuestra todo esto es que la gran cuestión de la agenda nacional de desarrollar un discurso y un propósito ya no está interesado en cosa más que ganar las elecciones como sea, a plataso o a engaños.