Ser primer mandatario es también ser foco de problemas no solo sociopolíticos sino también de salud. Los problemas que hoy día no solo afectan a sus compatriotas, siendo Brasil uno de los países con más casos de covid y muertes registrados en este tiempo de pandemia. Ahora toca al presidente brasileño Jair Bolsonaro ir al hospital no necesariamente por infección de covid sino para una evaluación para una posible operación por dolor abdominal.
Un presidente impopular
Ser presidente exige el doble de cuidado de la salud particular por la tensión que puede provocar la administración de un país y más teniendo serios números de personas afectadas por el virus que ahora marcan más de 22 millones de infectados y más de seiscientas mil muertes, que se adhiere a otros serios contratiempos que presenta un país del tamaño de Brasil. Bolsonaro ha superado una difícil operación cuando en campaña fue acuchillado por un fanático opositor.
Es importante conocer y saber lo que ocurre en territorio verde amarelo ya que Bolsonaro está muy por debajo en términos de intención de votos frente a Lula. Algunos creen que detrás de la hospitalización pueda estar un golpe de efecto de marketing. Para algunos Bolsonaro es el “retrato de una desilusión quizá por lo que se esperaba tener de un militar que finalmente resultó decepcionar al ciudadano.
Algunos esperan que los brasileños sancionen en los comicios de este año al Bolsonaro por el pésimo manejo de la crisis pandémica que es donde ha naufragado esta administración El mandatario del vecino del Este está en cama como sus esperanzas de ser reelecto