Tengo un amigo que acostumbra a hacer juego de palabras mezclando aquellas que compartan la misma vocal final e inicial. Hace poco hemos oído y leído expresiones llamativas de nuestro parlamentario colorado Silvio “beto” ovelar o más conocido por “Trato apu’a” por su compra de votos filmada años anteriores, el mismo que es hoy presidente del senado cuya defensa del hijo nombrado a un cargo público ha sido curiosa por su contenido polémico y tormentoso que incomodó a muchos ciudadanos del paraguay.
Este parlamentario ha decidido nombrar a su hijo Alejandro para que “trabaje” en el congreso. Según el senador su primogénito viene de un colegio “top” que asegura su óptima formación para trabajar en el sector público. Uno que tiene muchas críticas por tener a muchos servidores que carecen del espíritu de servir bien al contribuyente. Usted y yo que contribuimos para tener servicios de educación, salud y seguridad por un Estado que debe asegurar eso y más al demos que tenemos, controlamos y manejamos la gracia o poder. El presumir de una educación privada ante una pésima educación pública habla muy mal de Ovelar cuya presencia en el congreso ya lleva 25 años. Él tendría que haber evitado esta vergüenza que golpea a todos.
Cuidar de nuestras instituciones
La cosa pública uno que al no ser bien administrado o controlado por el ciudadano puede tener abusos y manoseos por nuestras “autoridades”, cómo lo que fue identificado hecho por Trato apu’a Ovelar que ha llegado al límite y legitimar su apodo o compromiso “desviado”,”doblado o “desfigurado” que quedó registrado en una respuesta a la prensa acerca de la compra de votos en elecciones, justificando a su pasado de esta forma el comportamiento habitual de algunos candidatos que tengan el mal hábito de “comprar votos” o hacerse de los mismos pagando al elector una suma que crea suficiente para los que decidimos.
Nuestra misión u obligación cómo el demos de la cracia es prestar atención durante el tiempo suficiente para identificar problemas reales, para distinguirlos de fantasías, para encontrar soluciones y exigir responsabilidad a sus líderes si éstos no las aplican. Para asegurar la vida en libertad y sin abusos cómo fue el identificado hecho por el señor Adalberto Ovelar a quién toca experimentar los conflictos de sus tormentosas últimas declaraciones y su nombramiento de privilegio que es ofensivo para todos.-