La Policía Nacional está infectada de corrupción, y eso lo sabemos todos, que el Comandante Gilberto Fleitas diga que están equivocados en algunas acciones, como el hecho de haber dado protección a la tripulación iraní que arribó al aeropuerto de Minga Guazú hasta sus hoteles en Ciudad del Este, es una muestra que realmente su tarea no se corresponde a los mandatos que vienen de arriba, sino que vienen directamente de quienes lo tienen a sueldo, alquilados, y que se creen con justo y legítimo derecho a utilizar sus servicios para lo que sea.
En ese momento, el Avión Iraní venía a llevar carga de cigarrillos de Cartes, y es un secreto a voces que la Comisaría de Hernandarias, ciudad donde está la fábrica de Tabesa, hace bastante tiempo se encuentra a las órdenes de esta empresa comercial.
Todo lo que digan las autoridades cae en saco roto, ni el propio Fleitas, quizás conozca lo que pasa en la Comisaría de Hernandarias, y no quedaría mal que lo reconozca, que lo diga, y que busque la manera de resolver esta situación.
Ya se tuvo una circunstancia similar cuando se allanó el Country Club Paraná, y se conoció en ese momento que la Comisaría instalada en dicho lugar, que es de propiedad del Gerente de Tabesa, José Ortiz, recibía una determinada cantidad de forma mensual para dar seguridad al sitio.
Hemos privatizado, hace bastante tiempo, la Policía Nacional. El único que finge demencia, que parece no conocer esta realidad, es el Comandante de la Policía Nacional.