Vivimos tiempos de cambios en el medio ambiente. Tuvimos incluso un terremoto ayer y a pesar de que no tengamos mar, algunos hasta hablan de tsunami. Pero en realidad los cambios nos están pasando la factura a los seres humanos y a las aves.
No solo se limita a variar las condiciones climáticas, veranos más calurosos o inviernos cómo el que pronto en Paraguay se hará presente más gélidos y difíciles ahora se comprueba que el calentamiento de la atmósfera, debido a la quema de combustibles fósiles, aparentemente está alterando un proceso que parecía inquebrantable durante mucho tiempo: el cambio natural en los ciclos de las aves.
Muchos peligros
Ya es una realidad que toca vivir a la especie de animales que intenta vivir en el aire que se encuentra dolido por hidrocarburos que han hecho más fuerte un calentamiento global que no solo trae accidentes naturales graves para el ser humano y todo ser vivo que quiera seguir viviendo seguro y cómodo en su hogar sino que afect severamente a su reproducción.
Cambian las características climáticas y afectan la procreación de seres vivos por no tener estables las condiciones. Las aves esperaban tener en la primavera del hemisferio norte y sus gran espectáculo natural de árboles y plantas una oportunidad para sostener el ciclo natural pero no ha sido así.
Aun así intentan continuar su especie en un mundo que no solo cambió sus formas de trato social, laboral y académico sino hoy día por solidaridad socio natural debe cambiar su actitud contaminante para hacer que su escenario natural no pierda el sonido del canto de las aves ni su espectáculo volando por nuestros aires.
Nos afecta a todos al intentar inhalar oxígeno en buen estado sino también a los pájaros que también sufren los efectos naturales del cambio climático dejándonos sin ellos por una cuestión de incomodidad para lograr lograr procrearse y seguir haciendo un colorido y agradable lugar para ver y existir fuera de nuestro hogar.
Estamos volviendo más hostil la vida para los humanos y para las aves.
