Cada cierto tiempo se da la oportunidad de leer, escuchar o ver algo relacionado a la salud que nos cargue de esperanzas y felicidad, existe una enfermedad que está asociada a un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, presión arterial alta y estrechamiento de los vasos sanguíneos (aterosclerosis). Daño en los nervios (neuropatía) de las extremidades.
Se estima que el 9,7 % de la población paraguaya vive con esta enfermedad, que según analistas científicos es cómo vivir con la muerte por la manera silenciosa y lenta con la que termina la vida. Es por este problema que afecta a 422 millones de personas según la ONU que ha tenido mucho éxito la creación de una vacuna que se utiliza mucho para regular los niveles de azúcar en la sangre, de nombre insulina.
Muchas veces resulta incómodo a veces vivir siendo inyectado para controlar el azúcar en el sistema, por este motivo se ha desarrollado un sistema diferente para utilizarlo en vez de la insulina terapia que habitualmente se empieza a usar cuando se tiene diabetes tipo 2, y la dieta, el ejercicio y otros medicamentos no pueden controlar el azúcar en sangre, o si no puede usar los medicamentos, será necesario tomar insulina. Esto se conoce como terapia de insulina, que le será recetada por el profesional médico.
A esta realidad surge un avance llamativo que podría dejar de lado a las frecuentes y molestas inyecciones. Ahora ya se están en desarrollo dispositivos inteligentes que están revolucionando la administración de insulina. En los últimos años han surgido sistemas automatizados que simplifican el control diario de los niveles de azúcar en sangre de los pacientes. El dispositivo combina una bomba de insulina externa, un sensor de medición continua de glucosa y una terminal, esto alberga algoritmos para regular la administración de insulina.
Cien años después del descubrimiento de la insulina, sigue siendo la hormona que cura, pero la calidad del producto y su forma de administración han cambiado considerablemente.
Solo recuerdo a un tío con diabetes que habitualmente se quejaba por tener que ser vacunado otra vez diciendo “…Nooo, otra vez!”. Los pacientes son hospitalizados durante cinco días para familiarizarse. Bajo el nombre de “ circuito semicerrado” o incorrectamente “páncreas artificial”. En Francia se está empezando a dar utilidad a este innovador avance para la salud humana, cuando hace casi años atrás en Toronto, Canadá, se descubrió la insulina para tratar a gente con diabetes.
Espectaculares avances científicos en el último siglo han logrado que los pacientes que la padecen puedan llevar una vida normal mediante el control de su alimentación, la medición de los valores de glucosa en sangre y el suministro de insulina. A estas medidas llega un compañero a los dispositivos “inteligentes” para que estos sirvan para algo y no solo distraigan.
En el caso de la diabetes tipo 1, que supone la destrucción o incapacitación de las células pancreáticas encargadas de secretar insulina natural, esta terapia es un auténtico seguro de vida.
El cuidado particular finalmente es más efectivo que los químicos que el paciente consume, citas médicas o actividades sociales y físicas para fortalecer al sistema que esté con la peligrosa diabetes.
