La seguridad en toda la República del país aún es vista como una materia pendiente en términos institucionales, logísticos y presupuestarios. Tal es el punto, que actualmente vamos en retroceso, pues cada vez superamos los datos referentes al nivel de seguridad, para hablar de una nueva falencia o fragilidad.
Eso se determina con las últimas informaciones proveídas por Luis Calderón, presidente de la Organización Socorro, destacando que diariamente se registra un promedio de 3 robos de vehículos.
Luis Calderón
“Para consuelo de tontos, somos el país de Latinoamérica que menos asalto de autos registra, pero el problema en el país actualmente tiene dos estímulos: el desarmadero y la comisión de otros hechos punibles”, manifestó el especialista.
El mismo señaló que un detalle no menor es que el país también posee un índice considerable en cuanto a la recuperación de vehículos, demostrando así que los cuerpos policiales efectivamente buscan generar alguna diferencia en dicho delito.
“Sin embargo, el problema central para seguir mejorando el sistema de seguridad es que pretendemos contar con una policía de primer mundo, ofreciendo a la misma un salario de tercer mundo, por lo cual difícilmente se consigan los trabajos anhelados en materia de seguridad”, sentenció Calderón.
OTROS PROBLEMAS SUMADOS
Calderón dijo que aparte la falta de presupuesto, se suma también la escasa dotación de recursos, logística e infraestructura para que la institución policial se encuentre bien capacitada; esto sin mencionar el manoseo ejercido por muchos cuerpos policiales y los otorgados a determinados funcionarios, en detrimento de la seguridad de todos.
“Necesitamos presencia policial en las calles, en lugares públicos, como medida disuasiva para la delincuencia y el crimen organizado”, indicó el presidente de la organización social.
El analista puntualizó que la motivación del empeoramiento del nivel de seguridad podría deberse también al aumento del consumo de drogas, dentro del cual se encuentra un aproximado de 500 mil niños, adolescentes y jóvenes, resultando el dato muy alarmante porque constituye el disparador de la delincuencia y el crimen.
“Esto, determinado que el 90% del sostenimiento del consumo de drogas se logra saliendo a delinquir” destacó, agregando también que si se observa de manera segmentada, se puede determinar que la mayoría de los hechos delictivos son llevados a cabo por jóvenes en efectos de la droga.
ANÁLISIS DELICTUAL
Para determinar cuáles son los delitos más desarrollados a nivel país, de acuerdo a Calderón se debe realizar una división entre delitos urbanos y rurales. En el primero, los de mayor impacto son los cometidos por motochorros y los robos domiciliarios, los cuales han crecido exponencialmente con el paso del tiempo, dejando en la completa incertidumbre a la sociedad.
“Hoy en día, resulta imposible no cuestionarse si al dejar nuestra casa la volveremos a encontrar de la misma manera y en similares condiciones en las cuales estaba antes de salir”, argumentó el presidente de la organización social, haciendo énfasis en el flagelo que la sociedad paraguaya es obligada a vivir diariamente.
Por otra parte, en cuanto a los delitos rurales, podría hablarse de hechos punibles cometidos por agrupaciones criminales, principalmente vinculadas a asociaciones mucho más formadas en términos delictivos.
SITUACIÓN CRÍTICA
Para Calderón, la situación de la seguridad del país está cada vez más crítica, pues anteriormente el sicariato se circunscribía solamente en las fronteras, sin embargo, ahora tenemos este hecho delictivo instalado en cada zona de la República del país.
“Dejamos crecer los delitos y crímenes, pero cuando queremos abordar nuevamente esos problemas, se vuelven extremadamente críticos y a esto se le debe sumar la situación de nuestro sistema penitenciario, el cual se encuentra en terapia intensiva”, aseveró el especialista.
Manifestó que el último punto resulta determinante porque, en vez de funcionar como centros de rehabilitación y reinserción social, las penitenciarías figuran como un potencial sistema de perfeccionamiento de la delincuencia e inseguridad del país. “Los delincuentes entran a la cárcel como principiantes y salen con un PhD en delito y crimen, formando parte de estructuras criminales, posteriormente”, concluyó.
