Para cualquier millenial en nuestra época de primaria o secundaria no creo que las palabras o conceptos de aprender y ser felices se hayan mutado, cuando el educarse, formarse y aprender con felicidad.
Es importante para asimilar bien el conocimiento, técnicas y métodos que nos sean enseñados tener una actitud hacia el aprendizaje.Recuerdo en tercer grado la profesora llamaba la atención a cualquiera que se esté riendo durante una clase, que viéndolo ahora tenía razón, aunque haya parecido “argel” o amargado años atrás, para aprender bien no solo nos debe gustar y poner feliz una clase sino sobre todo estar enfocados en la lección.
Siempre ser curioso
Para asegurar buenas calificaciones en las pruebas futuras y hacer que sirvan de algo las clases a las que hayamos asistido en nuestras vidas debe concentrarnos en el proceso del aprendizaje. El mismo que mientras duren siempre nos serán útiles las primeras clases de castellano, matemáticas, ciencias y lo que nos desarrollemos en la escuela o colegio. Arthur Brooks dirá mucho de nuestra actitud hacia el conocimiento.
Un experto de Harvard dice: “Las personas más felices son las que nunca dejan de aprender. No lo hacen por obligación, sino por curiosidad”. Por ende la curiosidad es un sinónimo de felicidad y no tanto de molestia o “intromisión”, cómo son catalogadas a quien haga muchas preguntas en una reunión social o en la escuela, colegio, universidad o cualquier instituto académico. El experto Brooks explicó que la curiosidad es un motor esencial para cultivar emociones positivas y lograr que aprendamos bien lo que busquemos saber más.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion o intereses particulares
