El grupo que observa a nivel internacional cómo operamos en el tema del lavado de dinero se encuentra entre nosotros por una semana.
Verán con sus pares paraguayos qué tanto hemos avanzado en este tema, si realmente estamos haciendo la tarea o tendríamos que ser sancionados y recordar que no vamos a alcanzar el nivel de un país de inversión mientras no tengamos claras las cuentas.
El Paraguay tiene una operación en negro muy alta de su economía. Aproximadamente unos US$ 16 mil millones, dicen anualmente, se mueven en negocios oscuros.
Eso ya es una cifra realmente sorprendente porque supera al Presupuesto General de Gastos de nuestra República.
Eso también significa que se lavan activos en nuestros bancos y nos demostró el caso del Doleiro de los doleiros, Darío Messer, quien se paseaba con su hermano del alma, el presidente Cartes, de visita por Israel, mientras seguía lavando una importante cantidad de recursos en nuestros bancos estatales y privados.
El Paraguay debe entender también de que si queremos pertenecer a una comunidad internacional, debemos jugar con reglas establecidas de alto estándar. No podemos pretender ser un país serio cuando nuestro sistema judicial no lo es.
Cuando vemos que realmente los tres poderes del Estado fallan de forma reiterada y ocurre un examen como el que vamos a tener durante esta semana, es casi seguro que terminemos aplazados.