Hoy y siempre el alimentarse es un ejercicio natural y necesario del ser humano que puede ser mal hecho pero es una actividad que no lo hacemos siempre, pero al hacerla debemos tener cuidado en la calidad y cantidad de lo que elijamos comer. Para poder hacerlo existen recomendaciones y propuestas del mercadeo y las ciencias ocupadas de nuestra nutrición.La alimentación debe desarrollarse en base a productos orgánicos, cómo lo plantean los veganos y personas que solo consumen alimentos de origen vegetal.
Esto significa que no comen nada que provenga de un animal, como huevos, lácteos o miel. Un desafío para muchos que desean lo más atractivo a su paladar que no tengan en cuenta los efectos que tiene para su salud estética y orgánica.
Al leer o escuchar la palabra proteína automáticamente nos dirigimos a la carne vacuna o roja, el pescado y pollo, más si desea incluir proteínas sin consumir carne vacuna, pescado o pollo la naturaleza tiene la respuesta para su menú.
Se propone tener en cuenta legumbres cómo el garbanzo, soja seca que son rápidos de cocinar y reconfortantes. Ellas son una fuente clave de proteínas de origen vegetal en la dieta mediterránea; una taza de frijoles, lentejas o guisantes cocidos contiene aproximadamente 15 gramos de proteína.
Un cuerpo complejo
Es fundamental que las proteínas son moléculas grandes y complejas que realizan muchas funciones críticas en el cuerpo. Son necesarias para la estructura, función y regulación de los tejidos y órganos del cuerpo que rinde bien de acuerdo al cuidado y atención que le demos en nuestro día a día que tiene tentaciones y malas ofertas que deben tener la poderosa e importante negativa para ser introducidas en nuestro organismo.No solo debe lucir bien sino sobre todo funcionar bien para continuar lograr movernos, escuchar, ver y sentir muy bien lo que nos sirva tener en nuestra mente y estómagos. Espacios donde no terminan de depositarse el conocimiento o comida que elijamos introducir dentro nuestro sino continúan siendo asimilados por nuestro cuerpo que lo convierte no solo en buenos sabores identificados por nuestra mente sino en energía para nuestras tareas físicas y/o académicas.
Una taza de legumbres también contiene alrededor de 13 gramos de fibra, o aproximadamente la mitad de la cantidad diaria recomendada. La fibra ayuda a mantener el sistema digestivo funcionando sin problemas que pueden existir si exageramos con nuestros cortes favoritos de costilla, vacío, tapa cuadril o embutidos, que es cierto pueden saber bien, más no todo lo que entra por nuestra boca termina ahí sino lo tragamos y una vez hecho esto no queda otra que ver o sentir sus efectos si hemos tenido o no la famosa expresión nutritiva de “corte, medida y distancia” de todo lo que nos puede afectar aunque satisfaga nuestro hambre. No debemos tener dicha función como la única tarea de la alimentación sino sobre todo entender que lo que desayunemos, almorcemos, merendemos o cenemos tiene sus efectos en cómo deberían trabajar nuestra mente y órganos en nuestro sistema.
Uno complejo para cada uno y la misma medicina que continúa descubriendo cosas del mismo, lo que debemos hacer, comer y cómo vivir para seguir sanos en nuestros viajes de vida que no queremos dejar de hacerlo aunque la muerte, un episodio triste, sea algo natural que tiene sus formas de evitarla comiendo y viviendo en orden siempre. Conocer para comer equilibradamente es fundamental.