Bruno Vaccotti
@peztresojos – Emprendedor y Comunicador Social
Uno de los problemas que aqueja a la juventud en nuestro país es el desempleo. En un estudio presentado este año por la Organización Internacional del Trabajo, aseguran que en América Latina el desempleo juvenil asciende a 21,7%. Este informe fue presentado antes del efecto COVID-19 y su impacto en el mundo del trabajo juvenil. Además, dentro de esta cifra, que puede parecer de cierta manera alentadora, otro dato del mismo estudio revela que el 62,4% de los jóvenes se encuentran trabajando en situación de informalidad.
Hace varios años, con las instituciones de mayor impacto en materia de educación en nuestro país, nos sentamos a la mesa con técnicos, directores, docentes, viceministros, ministros, a conversar y buscar construir juntos una currículo educativa que permita a los estudiantes obtener aprendizajes vivenciales y aplicables al mundo al que deberán enfrentarse. Durante años trabajamos en acompañar la ley del primer empleo, la ley de voluntariado, además de decenas de proyectos de educación financiera desde la primera infancia. Todo lo aprobado, lo quebraron sin pudor gracias al “aprobado con modificaciones”.
Vimos hace unos días el caso de Sebastián y su medalla de oro en una competencia internacional de matemáticas que, si no existiera una organización como OMAPA, quizás un joven brillante como Sebastián no podría desplegar todo su potencial. ¿Por qué no es OMAPA la que se encarga de desarrollar el currículo de Matemáticas del Ministerio de Educación? Las pruebas PISA demuestran el fracaso del Ministerio, las medallas de OMAPA su metodología e interés por generar cambios radicales.
Hemos propuesto también innumerables veces un Consejo Educativo de la Sociedad Civil (Ad Honorem) para el Ministerio de Educación y Ciencias, que no ha realizado eco alguno en el pozo de agua seco de donde los alumnos sedientos intentan acceder a una educación que les entregue herramientas reales para el mundo del trabajo.
Por último, desde el rol del empleador: ¿Qué verdadero empleador no quiere dar oportunidad a un joven, pero necesita que este ya tenga adquiridos conocimientos y habilidades desarrolladas durante su periodo escolar?
Nadie puede solo. Debemos dejar el cinismo de alianzas de isopor para la foto y empezar a trabajar entre Sociedad Civil, Sector Privado y Público para mejorar la calidad educativa de nuestro país.