La sequía supone una anomalía transitoria, más o menos prolongada, caracterizada por un periodo de tiempo con valores de las precipitaciones inferiores a los normales en el área. Cualquiera sea esta en un mundo donde hasta el clima y su influencia en la tierra también cambian.
Desafortunadamente no para bien y ha sido identificado, aquí nomás, no lejos de casa una importante sequía que nos debe preocupar porque se da en uno de los pulmones más importantes del planeta y es la selva amazónica del Brasil donde el agua se convirtió en barro haciendo que el depósito de agua dulce más grande del planeta esté en problemas.
La selva tropical de la Amazonía, donde fluye una quinta parte del agua dulce del mundo, está sufriendo los embates de una sequía fuerte que no muestra señales de amainar. Y es un lugar de muchas llamadas de atención cómo la deforestación. A esto se añade la sequía
Apuntar y actuar
La sequía, probablemente agravada por el calentamiento global y la deforestación, ha generado grandes incendios forestales que han hecho que el aire sea peligroso para millones de personas, incluidas algunas comunidades indígenas. Al mismo tiempo han secado ríos importantes a un ritmo récord de esos ríos llegó a su nivel más bajo alguna vez registrado, mientras que otros se acercan a niveles históricos de descenso.
Esto ha sofocado a la población de delfines rosados en peligro de extinción, clausurado una planta hidroeléctrica importante y aislado a decenas de miles de personas que viven en comunidades remotas y que solo pueden trasladarse por bote a sus destinos.
El verano en Paraguay se inicia en teoría el 21 de diciembre, más es habitual tener calor antes del último mes del año hasta bien entrado el año que viene que no solo afecta el humor de la población sino del mismo medioambiente y nuestro entorno natural. Ayer tuvimos una sensación térmica de 49 grados en la capital y algunos todavía dicen que el cambio climático es un cuento.
