En un tuit un brasileño había dicho hace seis meses que la piedra de un acantilado en el agua podría desprenderse. Nadie le hizo caso hasta que vimos cómo acabó con la vida de varios turistas en un balneario. Las imágenes fueron impactantes.
Brasil es un país-continente y quizás sea normal tener muchos accidentes entre sus habitantes cómo también desastres naturales que llaman la atención por los afectados. Ahora es noticia lo ocurrido en el lago Furnas de Minas Gerais, donde una roca al caer dejó 10 muertos y desaparecidos que viajaban en una embarcación.
Una imponente losa de roca se rompió de un acantilado y se derrumbó sobre los navegantes de recreo que navegaban a la deriva cerca de una cascada en un lago brasileño.
En Paraguay estamos habituados a ver accidentes automovilísticos con frecuencia pero en un país del tamaño del Brasil los casos son de mayor tamaña e impacto. El impacto del covid golpea una de sus grandes fiestas como el carnaval que ha sido suspendido por la amenaza de la variante Ómicron. La falta de organización de Brasil tiene alto costo en vidas y debe ser una llamada de atención a los miles de paraguayos que eligen sus costas marinas para sitio de veraneo anual.
El colombiano Bernardo Toro dice “los seres humanos aprendemos a cuidar o perecemos” y la lección de Brasil es una de las tantas que nos debemos entre todos para mejorar nuestras condiciones de vidas tan precarias y tristes en muchos casos como lo acontecido el pasado fin de semana.