Las vacunas son las únicas que pueden salvarnos en condiciones como las actuales y parece que el fenómeno de poder contribuir desde afuera en grandes cantidades como había prometido la India se encuentra muy distante de la posibilidad real.
India se encuentra ante un colapso sanitario de dimensiones del tamaño poblacional de ese país. De ahí que las 2 millones de dosis compradas de la empresa india tienen que tener el aval y el permiso del Gobierno de la India, que es muy improbable que tenga que avalar esa transacción comercial cuando tienen tantos reclamos a nivel local.
Paraguay tendría que buscar otra salida. Biden ha prometido 60 millones de dosis de vacunas AstraZeneca. El Presidente de la República tendría que estar ya nomás viajando a Washington y sacando un compromiso al Presidente de los Estados Unidos, para que nos dé una ayuda en las condiciones dramáticas en las que estamos en este momento.
Estados Unidos también se encuentra constreñido por la fuerte presión internacional que dice que tiene que distribuir aquello que no está usando en este momento, en ese país que tiene la mayor cantidad de personas inoculadas por día.
Pero el Presidente tiene que moverse, esta es una cuestión que no puede delegar a su canciller; el propio Abdo es el que tiene que ponerse las pilas-como se dice en la expresión popular- y como buen Katupyry y no Pytyryry, estar buscando todas las opciones en términos de vacunas que hagan disminuir la cantidad de muertos que contamos desafortunadamente cada día en mayor número.